Con la llegada del verano se incrementan las visitas a los diferentes ríos, playas y «resort». Sin embargo, también es conveniente tomar medidas de prevención, pues si recibes los rayos del sol de forma directa, a la larga puedes contraer una serie de enfermedades, una de ellas, cáncer de piel.
Más del 80% de los casos de dicha enfermedad se da también antes de los 18 años y sobre todo en mujeres a quienes les gusta, por lo general, lucir sus cuerpos en la playa.
Según datos del Ministerio de Salud, los niveles de radiación UV en Panamá son muy elevados y durante todo el año, aun en los meses de lluvia. El trabajo al aire libre, actividades recreativas, deportes, el solo hecho de caminar al trabajo o a la parada de bus nos expone, y el daño provocado por la radiación UV no se ve, y se acumula durante toda la vida.
Hace poco, Fundacáncer empezó la XIV Campaña de Prevención y Detección Temprana de Cáncer de Piel para crear conciencia en la población sobre el peligro que representa la exposición a la radiación ultravioleta. La dermatólogo Yamileth Reyes recomienda lo siguiente:
Alimentos que debes consumir
La alimentación es un gran aliado en la lucha contra los efectos del sol, no solo porque protege, sino también porque ayuda a obtener los beneficios que esos rayos también le aportan al organismo, más allá de un bronceado seguro y duradero.
Entre esos: zanahorias, melón, papaya, naranja, fresa, albaricoques, té verde, pimientos o pimentones (rojos, amarillos y naranjas), zapallo, sandía, cacao, frutas moradas (arándanos, moras o bayas de distintos tipos) y peces de aleta.
Ropa adecuada
Sombreros o gorras: Si se va a estar en el exterior, debe usarse gorras o sobreros que protejan la cabeza de la acción directa del sol. Al igual que en el caso de la ropa, se recomienda que sea de colores claros y de materiales transpirables como la paja y el hilo y que dejen un espacio entre la cabeza y la gorra o sombrero. También se sugiere que sean de ala ancha o con visera y protector de nuca, de modo que protejan tanto la cara como el cuello.
Calzado: Dependiendo de la actividad, se requiere un calzado distinto. Por lo que al hacer planes, debe prestarse atención a si se cuenta o no con el calzado adecuado, que garantice comodidad y ningún efecto negativo a la salud. Se recomienda el uso de zapatos de piel, que favorezcan la adecuada transpiración y se amolden al pie. Si se usan materiales sintéticos es necesario que dejen al aire el pie para evitar que la piel se macere por el sudor. Es importante recordar que mantener los pies secos ayuda a evitar la proliferación de hongos, enfermedad muy común en la época de verano.
Vestidos de baño de secado rápido: Para evitar enfriamientos, reumatismos e infecciones íntimas por la proliferación de hongos, se recomienda el uso de vestidos de baños que se sequen rápidamente y que no tengan exceso de tela.