Una buena y adecuada nutrición en los niños favorece en su rendimiento en el colegio. Si un pequeño en edad escolar no se alimenta bien puede desarrollar anemia, lo que le llevará a estar somnoliento y no podrá fijar su atención en clases.
El primer cuidado es al comenzar el día y para cargar energía es fundamental el desayuno. «Fruta entera o en jugo, leche con cereal o acompañada de un pan. Esta primera comida no debe ser muy abundante para que el menor no tenga sensación de pesadez y pueda desarrollar sus actividades tranquilamente», recomienda la nutricionista Mónica Barreda.
A media mañana es importante la merienda y su menú dependerá de la edad del infante, comenta la nutricionista y dietista Mónica Vacaflor. «Para los pequeños, entre tres y seis años es aconsejable un sándwich chico de carne o pollo picado con tomate y lechuga, una fruta, un huevo duro cortado en rodajas. Se deben evitar los embutidos, ya que llevan conservantes».
En caso de niños más grandes, entre 7 a 12 años, recomienda otro tipo de alimentos, pues sus necesidades nutricionales son mayores. «En el desayuno ellos ya podrán ingerir una taza de avena con leche, yogur con cereales, jugos más espesos de fruta combinados con algún cereal, fruta cocida con trigo o quinua», indica Vacaflor.
Ambas profesionales sugieren variar el menú, así los chicos no se hastían y tienen una dieta balanceada. La alimentación debe ser cada tres o cuatro horas y en porciones pequeñas, en especial en niños con mayor desgaste de energía.
Energía Es preferible endulzar los jugos con miel o azúcar morena, pues repondrán la energía de tu niño sin provocarle ningún daño ni sobrepeso en un futuro.
Yogur Un yogur frutado con cereal de su agrado serán los mejores aliados. Es importante que el yogur de la merienda no sea abundante, para que no pierda el apetito en el almuerzo.
¿Golosinas? Es mejor evitar que consuma dulces y chocolates pues no aportan ningún nutriente, solo carbohidratos.
Proteínas Para una buena alimentación es necesario que los infantes consuman proteínas que se encuentran en el huevo y en la carne.
¡Atención! Si le brindas a tu hijo alimentos muy procesados y azucarados no se nutrirá adecuadamente. Aparte, estará disperso en clases, no atenderá y no podrá estar quieto en las actividades que lo requieran.
Fuente: Nutricionistas Mónica Barreda (ed. Los Jardines) y Mónica Vacaflor (ed. Renacer)