Quienes se mantienen activos a lo largo de la vida son consideradas personas más felices, con mejor autoestima, seguros de sí mismos, trabajan mejor, son más creativos y suelen ser más considerados y compasivos porque su energía general está más equilibrada, comenta María Ester Flores, psicóloga y especialista en terapia familiar y pareja.
En su opinión, la tercera edad se experimenta un tiempo especialmente poderoso para la sexualidad.
En esa etapa, las parejas se dedican más tiempo, buscan placer en las caricias en todas las partes del cuerpo antes del coito e, incluso, se habla más del tema, de los tiempos y ritmos a la hora de tener relaciones sexuales.
«El pensar que la vida sexual se termina cuando se llega al envejecimiento, es un prejuicio, un preconcepto, que muchas veces la misma sociedad impone en la gente de mayor edad», indica la doctora Vanesa Aguilar, geriatra y gerontóloga de la Torre Médica Momentum.
Añade que según investigaciones, los adultos mayores que gozan de buena salud, tienen la capacidad de tener una vida sexual plena, aún en edades muy avanzadas.
Cargas sociales y económicas
La presión social, muchas veces, limita a dicha población al cuidado de los nietos, donde ya las opciones de esparcimiento se vuelven monótonas.
El desconocimiento y la negación pueden causar trastornos sexuales, sobre todo el abandono prematuro de la actividad erótica, resalta Aguilar.
El sexólogo Mauro Fernández añade que el aspecto económico reviste también vital importancia en la vejez, y más aún cuando se trata de sexualidad.
«Muchos se debaten en una lucha constante por estirar el presupuesto de tal forma que les permita lidiar con gastos urgentes como medicamentos, lentes y consultas médicas. Por lo que el anciano antepone sus necesidades básicas a los costos de una vida sexual activa», destaca Fernández.
Es importante que tanto hombres como mujeres comprendan que al llegar a la tercera edad se presentan limitaciones o cambios en el organismo que hacen necesario que la pareja tenga una buena comunicación y acepten las condiciones de salud que cada uno tiene para evitar frustraciones o daños emocionales, asegura Aguilar.
Fernández enfatiza que una persona saludable, sin importar la edad, mediante el ejercicio y buena alimentación está en capacidad física sobrada para mantener una frecuente y vigorosa sexualidad.
Atracción sexual
La respuesta sexual presenta diversos cambios que convierten al amante entrado en años en uno diferente, pero no menos capaz, precisa Fernández. Agrega que múltiples mujeres relatan que mucho del atractivo del hombre mayor se debe a su ejecución en la cama, precisamente por su control eyaculatorio.
«En edades avanzadas, el hombre requiere mayor tiempo para mantener una segunda relación íntima. Sin embargo, muchas mujeres manifiestan que, cuando él tiene un buen control eyaculatorio, ellas no necesitan un segundo encuentro», dijo el sexólogo.
Así que, contrario a los que se cree, la edad y la vejez no se relaciona con la pérdida de deseo. Es un asunto de actitud y de calidad de vida.
Relaciones exitosas
1. Mantener buena comunicación en pareja.
2. Tomar tiempo para la estimulación.
3. Explorar los estímulos sensoriales de todo el cuerpo, aprovechando todas las zonas erógenas.
4. Reducir los factores de riesgo y mejorar la calidad de vida.
5. Incentivar la imaginación y la fantasía durante los encuentros sexuales.
6. Olvidar los estereotipos que la sociedad ha impuesto.