¿Te preocupa tu salud mental? No hablo de que te vuelvas loca o algo por el estilo, sino más bien de evitar otro tipo de trastornos como la depresión, el estrés y la ansiedad.
Seguramente, como todos en la actualidad, tratas de cuidar tu sanidad mentalpero sin saberlo puedes estar cometiendo errores como los que se listan a continuación.
#1 Pensar solo en los extremos Una de las cosas que puedes estar haciendo mal y que perjudicará tu salud mentales pensar en los extremos. Por ejemplo, cuando te refieres a tus conocidos calificarlos de buenos o malos solamente y no admitir que pueden haber categorías intermedias termina por ser contraproducente. Recuerda siempre que también hay grises.
#2 Pensar en catástrofes A veces puede pasar que exageres las malas noticias y que en tu mente sea todo una catástrofe. Si un mes te queda menos dinero, tienes un resfriado o sufres de algún problema, puedes pensar que el mundo se acabará en ese momento. Cuando sientas que estos pensamientos comienzan a hacer mella en tu mente, recuerda siempre que existen otros resultados posibles.
#3 Creer que puedes «leer las mentes» Suponer lo que otras personas piensan por la forma en la que te están mirando es otra manera de atentar contra tu salud mental. Recuerda que nadie es capaz de leer la mente de otra persona por más que lo intente. Esto puede llevarte a suposiciones que terminarán por dañar tus pensamientos, lo que a su vez puede desencadenar problemas como la ansiedad, la depresión y el estrés.
#4 Personalizar todo El mundo no gira alrededor tuyo y personalizar todo no es la solución. Pensar que el mal humor o las actitudes de los otros son por culpa tuya no es una idea muy acertada y es uno de los errores que cometemos contra nuestra salud mental. Siempre piensa que el universo no gira alrededor tuyo y que las personas tienen otra vida, además de la que tú ya conoces.
#5 Dejarte llevar por tus emociones Si bien expresar los sentimientos es algo bueno para prevenir la depresión o el estrés, no es tan saludable dejarse llevar por las emociones e impedir que el raciocinio te haga actuar de manera calmada y sin desesperarte.
Un ejemplo cabal ocurre en el caso de emprender un reto nuevo como el cambio de trabajo, pues muchas personas son víctimas de la desesperación que lamentablemente, termina transformándose en estrés. Para evitar esto, es importante reconocer que los pensamientos al igual que las emociones no siempre se basan en hechos concretos.
iMujer