La diabetes es una enfermedad degenerativa en la cual el cuerpo no puede regular la cantidad de azúcar en la sangre, por lo que entre más tarde se comience su tratamiento y control, más daño provocará en el organismo. Para el médico internista y endocrinólogo, Wilberto Omaña, es imprescindible conocer los hábitos del paciente para el manejo integral de la patología, lograr los cambios necesarios y controlar las alteraciones que conlleva en otros órganos.
Durante el XXI Congreso Venezolano de Medicina Interna, el especialista señaló que el punto focal del tratamiento de la diabetes es el control de la enfermedad, para la preservación de la salud y la mejora en la calidad de vida del paciente. Para ello se debe lograr la disminución de la glicemia en ayunas y después de comer evitar la hipoglicemia, mantener un peso saludable y reducir la variabilidad glicémica.
«Ante el paciente con diabetes no deben plantearse metas a largo plazo, ya que se deben evaluar las reacciones bioquímicas para establecer una mejora entre los niveles de glicemia y el aumento de la insulina, reduciendo el glucagón. Estudios han demostrado la efectividad de fármacos inhibidores de la enzima DPP4, como la Vildagliptina, que permite el control de hiperglucemia, posee efecto protector sobre hipoglicemia y además tiene efecto neutro sobre el aumento de peso que es un riesgo alto», explicó Omaña.
El médico internista y endocrinólogo, destacó que otros fármacos utilizados comúnmente para el tratamiento de la diabetes pudieran generar efectos adversos, lo que obliga al paciente a medir constantemente sus niveles de glicemia para verificar que no se generen picos muy altos ni muy bajos, que puedan causar desmayos, desvanecimientos, pérdida de conciencia ó patologías secundarias como hipertensión, deficiencia renal y problemas cardiovasculares.
Tratamiento óptimo
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en 2014, aproximadamente 9% de los adultos mayores de 18 años tenían diabetes. En 2012 fue la causa directa de 1,5 millones de muertes. Por ello el doctor Omaña insiste en el cambio del estilo de vida (tener una dieta balanceada y realizar actividad física) de las personas con diabetes, para prevenir y disminuir las complicaciones asociadas a la enfermedad.
Al referirse específicamente a la diabetes tipo 2, que no es congénita y que se origina cuando el organismo presenta resistencia a la insulina, el galeno concluyó que para lograr que un tratamiento sea óptimo en el control glicémico se debe tener en cuenta lo siguiente:
Efectividad de la terapia farmacológica. Control de la hemoglobina glicosilada. (Examen de laboratorio que mide el promedio de la glicemia en los últimos 3 meses). Fácil administración. Sin necesidad de un monitoreo costoso. Que se pueda combinar con otras terapias. Beneficios sobre otros riesgos como los cardiovasculares. Pocos efectos secundarios. Que no produzca aumento de peso. Capacidad de alcanzar el control metabólico. Información: Nota de Prensa.