Cáncer de mama: tratamientos, prevención y esperanza

Es posible que hayas oído hablar de caminatas o carreras que se organizan con el fin de juntar dinero para realizar investigaciones a fin de encontrar una cura para del cáncer de mama, y seguro has visto unos moños rosados, ropa y accesorios en ese color.

El cáncer de seno o de mama, es un cáncer muy común en las mujeres. Es poco común en los hombres y nunca afecta a los niños. Aunque es la segunda causa de muerte para mujeres en el mundo,  con un diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado, se ha cambiado el curso de esta enfermedad para muchas mujeres que no forman parte de estas estadísticas.

Tener que hacer frente al cáncer de seno suele ser algo muy difícil, tanto para la mujer que sufre la enfermedad como para su familia. La probabilidad de tener que pasar por una cirugía, quimioterapia, malestares y depresión puede resultar abrumadora.

La buena noticia es que, muchas veces, especialmente si el nódulo se detecta temprano, las mujeres con cáncer de mama logran llevar vidas normales y sanas después del tratamiento. Algunas mujeres se unen a grupos de apoyo para hablar con otras mujeres que enfrentan las mismas emociones.

¿Qué es el cáncer de seno?

Todo el cuerpo está formado por componentes básicos denominados: células. Tu cuerpo las crea y las reemplaza por otras nuevas cuando éstas mueren. Por lo general, el cuerpo genera células sanas y normales que cumplen la función para la cual se crearon. Esto incluye a las células de las mamas (esas áreas abultadas ubicadas en la parte delantera de tu tórax).

Pero cuando una célula toma una forma anormal y, en ciertos casos, dañina, puede dividirse rápidamente sin morir y hacer muchísimas copias de sí misma. Cuando esto sucede, suele iniciarse el crecimiento y la formación de un tumor (la agrupación de células anormales del cuerpo que forman una masa o nódulo).

El cáncer de seno es un tipo de cáncer que se genera en las células de las mamas de una persona. Es posible que creas que sólo las mujeres pueden desarrollar cáncer de mama, pero, en realidad, como todos los seres humanos tienen tejido mamario, los hombres también pueden sufrir de esta enfermedad (aunque es muy poco común) .

Los tumores se pueden formar en cualquier lugar del cuerpo. Una persona tiene cáncer cuando las células anormales del cuerpo no paran de crecer y reproducirse. Estas células hacen que el cuerpo se enferme. Es posible que una persona que padece cáncer de seno tenga células cancerosas sólo en una parte de la mama y que éstas puedan detectarse al tacto como un nódulo (bulto). O bien, el cáncer puede extenderse en la totalidad de una o ambas mamas. A veces, el cáncer de seno se extiende a otras partes del cuerpo, como por ejemplo los huesos. Cualquier mujer puede tener cáncer de seno, pero los médicos han determinado que existen ciertos factores que hacen que algunas mujeres tengan más probabilidades.

Antecedentes: Una mujer cuya madre, hermana o tía hayan tenido cáncer de mama tiene más probabilidades de padecer la enfermedad. Edad: A medida que una mujer envejece, las posibilidades de padecer cáncer aumentan. Las adolescentes, como también las mujeres entre los 20 y los 35 años, tienen menos probabilidades de desarrollar cáncer de seno. Dieta y estilo de vida: Las mujeres que fuman, ingieren alimentos altos en grasa, beben alcohol frecuentemente y no hacen ejercicio corren mayor riesgo de desarrollar cáncer de seno.

¿Cuáles son los síntomas?

Es posible que una mujer con cáncer de seno no sienta que tiene algún problema, pero también es probable que haya detectado un nódulo no doloroso en su seno. El examen mensual que las mujeres hacen de sus senos suele ayudar a detectar nódulos u otros cambios. La mayor parte de los nódulos en los senos no son cancerosos, pero, para mayor seguridad, el médico debe examinarlos. Los nódulos no cancerosos en los senos pueden ser tejido cicatrizal o quistes (pequeñas bolsas o bultos llenos de líquido) o simplemente cambios normales en el seno asociados con un cambio hormonal o con el envejecimiento de la persona.

Es posible que cuando las niñas comienzan la pubertad, y a desarrollar sus pechos, noten un bulto debajo del pezón, que por lo general es normal. Otros signos del cáncer de seno incluyen:

Cambio de color, hundimiento o arrugas en la piel de una parte del seno Cambio en el tamaño o forma del seno Descarga del pezón (el pezón se retrae y apunta hacia adentro cuando se lo estimula). Sentir bultos en la axila. El dolor, sensibilidad e inflamación del seno sin que haya un bulto en general no son síntomas de cáncer y son comunes. Pero todos los síntomas en los senos que duran más de unos pocos días tienen que ser evaluados por un médico. Autoexamen de los senos Cada mujer mayor de 20 años debe autoexaminarse los senos mensualmente. Los exámenes periódicos y completos de los senos pueden servir para encontrar cambios en los senos que se presentan entre un examen clínico (realizado por un profesional, tal como un doctor o enfermera)

Las mujeres deben examinarse los senos cuando estos estén menos sensibles, comúnmente siete días después del comienzo del período menstrual. Las mujeres que han entrado en la menopausia, que están embarazadas o amamantando y las que tienen implantes de silicona, deben continuar examinándose los senos una vez por mes. Las madres que están amamantando deben examinarse los senos después de haber alimentado al bebé. Si se descubre una bolita o detecta cualquier cambio en la mama, debe buscar atención médica.  Nueve de cada diez mujeres no desarrollarán cáncer del seno, y la mayoría de los cambios en los senos no son cancerosos.

De pie: Busca cambios en el contorno y la forma de los senos y en el color y la textura de la piel y del pezón, así como indicios de desecho (líquido) de los pezones. De lado y boca arriba: Usa la mano izquierda para palpar el seno derecho, mientras mantienes el brazo derecho en ángulo recto con las costillas, con el codo doblado. Repite el procedimiento en el otro lado. Al acostarte de lado, el examen de la mitad exterior del seno tiene máxima efectividad, sobre todo tratándose de senos grandes. Para una mujer con senos pequeños, acostarse boca arriba puede resultar suficiente. Acostada de lado: Acuéstate sobre el lado opuesto al seno que será examinado. Gira el hombro  (el del mismo lado del seno que va a ser examinado) hacia atrás, sobre la superficie plana. Boca arriba: Acuéstate boca arriba, con una almohada o una toalla doblada debajo del hombro del seno que va a ser examinado.

¿Cómo se diagnostica? Muchas mujeres se descubren el cáncer de seno por sí mismas, ya sea accidentalmente o al hacerse un examen de senos. A veces se descubre el cáncer de seno al hacerse un examen físico o una mamografía preventiva. Las mamografías en general pueden detectar cánceres antes de sentir el bulto en los senos y detectan la mayoría de los crecimientos cancerosos en los senos . Las mamografías también se usan para analizar bultos que se descubren en un examen físico.

La mayoría de los bultos en los senos no son cancerosos. Con frecuencia son quistes llenos de líquido dentro del tejido del seno, que se agrandan y se achican con el ciclo menstrual. Pero cualquier bulto que no desaparece debe ser evaluado. Otras maneras de evaluar bultos son:

Una imagen de ultrasonido Una biopsia con aguja o quirúrgica Resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés). Es posible que se realicen estas pruebas aunque el bulto no se vea en la mamografía. En una biopsia por aguja, pondrán un anestésico local para insensibilizar el área del seno en cuestión. Después el médico insertará la aguja en el bulto del seno y tomará líquido o tejido del bulto. Si la aguja se llena con líquido, el bulto es probablemente un quiste y no es cáncer. Al sacar el líquido también desaparece el bulto lleno de líquido. El tejido sacado con la aguja se analizará en el laboratorio. Se examinará una muestra del tejido bajo un microscopio y si la muestra analizada es cancerosa, harán pruebas para ver si las hormonas promueven el crecimiento de las células cancerosas. Probablemente también puede ser que quiten nódulos linfáticos de la axila para ver si el cáncer se ha propagado más allá del seno. Dos de los procedimientos para quitar nódulos linfáticos son la disección del nódulo axilar y la biopsia de nódulo centinela.

El tratamiento contra el cáncer de seno El tipo de tratamiento contra el cáncer depende del tipo de cáncer y de si éste se ha extendido de las mamas a otras partes del cuerpo. Los tratamientos más comunes son los siguientes:

Nodulectomía: En este procedimiento se extirpa el tumor canceroso de las mamas. Por lo general, la mujer debe operarse cuando el cáncer se detecta temprano y el nódulo es pequeño o se encuentra en sólo una parte del pecho. Mastectomía: En este procedimiento se extirpa todo el pecho. Esta operación se realiza cuando el cáncer se ha extendido por toda la mama o a otros lugares del cuerpo. Es una buena manera de quitar todo el cáncer y además ayuda a evitar que el cáncer se extienda o regrese. A veces, la mujer que ha tenido una mastectomía puede pedir que se le haga una cirugía para reconstruir el pecho, de manera que su forma vuelva a asemejarse a la original. Quimioterapia: Por lo general, se utiliza después de la mastectomía para asegurarse de que todas las células cancerosas se destruyan y no vuelvan a crecer. La quimioterapia es un medicamento especial que se desplaza por todo el cuerpo y destruye las células cancerosas.

Si un bulto en el seno es canceroso, las decisiones sobre el tratamiento las tomará la mujer junto con el médico. En general también se consulta con un cirujano o un oncólogo (especialista en cáncer). Estas decisiones se basarán en:

La edad El estado del cáncer (lo avanzado que está el cáncer) Si el cáncer crece con hormonas El tipo de cáncer de seno Si el cáncer ha proliferado a los ganglios linfáticos u otras partes del cuerpo. Los tratamientos quirúrgicos posibles son lumpectomía (extirpación del tejido canceroso solamente) o mastectomía (extirpación del seno completo). Si es considerada una mastectomía, se debe hablar con el cirujano acerca de las opciones para la cirugía reconstructiva de seno. La probabilidad de cura depende de:

El estado del cáncer (si está únicamente en el seno o si se ha extendido a los nódulos linfáticos u otros lugares del cuerpo). El tipo de cáncer del seno. Los niveles de receptor de estrógeno y de receptor de progesterona en el tejido del tumor. La edad, estado de salud general y si todavía hay períodos menstruales . Si el cáncer se acaba de diagnosticar por primera vez o si volvió a ocurrir.

Prevención del cáncer de seno

Los médicos y los científicos trabajan para encontrar la cura de todos los tipos de cáncer de seno. Estas personas investigan sobre el desarrollo de nuevas medicinas que prevengan la enfermedad. Pero mientras tanto, es importante que las mujeres detecten la enfermedad temprano. La mejor manera que tiene una mujer para protegerse es haciendo mamografías regularmente (junto con autoexámenes mamarios mensuales).

Pasos a seguir después de un diagnóstico de cáncer de seno

Platicar con el médico sobre el cáncer y las opciones de tratamientos para poder comprenderlas. Puede convenir obtener una segunda opinión. Informarle al médico si el tratamiento produce molestias. En general, hay maneras de remediarlas. Después de un tratamiento, se deben hacer chequeos de seguimiento. Seguir haciéndose autoexámenes mensuales del seno, aunque hayan extirpado ambos senos, para buscar señales de que haya vuelto el cáncer o que haya un cáncer nuevo.

Hacerse un autoexamen del seno mensualmente. Hacerse examinar los senos por el médico por lo menos cada 3 años si se tiene entre 20 y 39 años de edad y una vez por año después de cumplir 40 años de edad. Todas las mujeres de 50 a 70 años de edad se deberían hacer una mamografía cada uno o dos años, dependiendo de sus antecedentes personales y familiares. La comparación de mamografías tomadas de año a año podrá ayudar a detectar al cáncer temprano. Hacer ejercicios.

Los ejercicios físicos moderados (media hora todos los días de la semana) pueden reducir el riesgo. Mantener un peso saludable. Las mujeres que engordan 20 a 30 libras después de la adolescencia corren más riesgo de tener cáncer de seno que las que no engordan tanto. Esto se debe a que las células de grasa producen estrógeno, que promueve el cáncer de seno. Una dieta saludable con productos lácteos de bajo contenido de grasa y muchas frutas y verduras . Limitar el consumo de bebidas alcohólicas. Se recomienda que las mujeres tomen no más que un trago por día.

El amamantar reduce el riesgo de cáncer de seno. En lo posible, evitar la terapia de reemplazo hormonal (estrógeno). Puede aumentar el riesgo de cáncer de seno. Para obtener más información sobre el cáncer, se pueden contactar organizaciones nacionales y locales, tales como: American Cancer Society, Inc . (Asociación Oncológica Norteamericana) Teléfono: 800-ACS-2345 (800-227-2345) Sitio Web: www.cancer.org

AMC Cancer Research Center and Foundation (Fundación y Centro de Investigaciones del Cáncer de AMC) Teléfono: 800-525-3777 ?Sitio Web: www.amc.org

Agradecemos la colaboración e información profesional de la Doctora Sandra Braganza ( Kings County Hospital Center de Nueva York) y el equipo de Investigación en Medicina Preventina del Baptist Hospital de Miami.