La acumulación excesiva de grasa en el cuerpo desencadena diferentes reacciones que pueden llegar a complicar la salud de una persona. El exceso de grasa en el cuerpo crea un entorno favorable para desarrollar psoriasis, afección de la piel que aumenta los riesgos de problemas cardiovasculares y metabólicos.
La psoriasis y la obesidad comparten una característica en común: son patologías con una acción inflamatoria en la piel. Estudios recientes han explicado que el excesivo depósito de grasa corporal genera reacciones químicas y hormonales implicadas también en el origen de enfermedades inmunológicas, como es el caso de la psoriasis.
De acuerdo con el dermatólogo y ex presidente de la Sociedad Venezolana de Dermatología, Alfredo Lander, la psoriasis y la obesidad son dos condiciones de salud que al presentarse al mismo tiempo agravan una a la otra. «El paciente con obesidad está más propenso a tener psoriasis y tiende a manifestar su problema en la piel de forma más severa, a responder menos o muy lentamente a los tratamientos», indicó.
La severidad de la afección cutánea es de cuidado para los especialistas debido a que es un factor independiente para el desarrollo de otras patologías. «En la psoriasis, así como hay inflamación de la piel, también ocurre en el endotelio, lo que posibilita una obstrucción, provocando úlceras en miembros inferiores, agrava la hipertensión, diabetes tipo 2, y en general, vuelve a la persona más propensa a fallas del corazón o del sistema nervioso, por la disminución del riego sanguíneo», añadió Lander.
Entendiendo la psoriasis
La psoriasis es una afección crónica caracterizada por manchas rojas y descamaciones de la piel en determinadas zonas del cuerpo, como el tronco, codos, rodillas y el cuero cabelludo. Suele manifestarse entre los 15 y 35 años de edad. Esta patología no se puede contraer ni transmitir, ya que se origina por un trastorno en el sistema inmunitario del individuo, que empieza a atacar por error su propio tejido sano, sin embargo, sí es hereditaria.
Las células cutáneas normales crecen en lo profundo de la piel y suben hasta la superficie aproximadamente una vez al mes. Cuando una persona tiene psoriasis, este proceso ocurre demasiado rápido y las células cutáneas muertas se acumulan en la superficie.
Señaló Lander que las personas con obesidad y psoriasis son tratadas por un equipo multidisciplinario. «En primer lugar hay que buscarle solución a ese problema que lo pone a mayor riesgo de infartos o accidentes cerebrovasculares. Hay que tratarlo con un internista y un grupo de especialistas que incluya a endocrinólogos, cardiólogos, dermatólogos, y también licenciados en nutrición y dietética».
La pérdida de peso es parte importante de ese tratamiento holístico que deben cumplir los pacientes con psoriasis. En los últimos años, investigaciones científicas publicadas por el Diario de Dermatología de la Asociación Médica Americana exponen que la disminución de peso reduce la severidad de la psoriasis y ayuda a que los medicamentos sean más eficaces.
Lander aconseja no automedicarse y acudir en el menor tiempo posible al médico internista o al dermatólogo, ellos determinarán la conveniencia o no de otros especialistas y el tratamiento para controlar la psoriasis. «Existen en el país opciones terapéuticas que mejoran y dan calidad de vida, por ejemplo están los medicamentos biológicos. Estos ayudan junto con los tratamientos específicos para enfermedades como diabetes, hipertensión y obesidad, a mejorar y controlar mejor las afecciones y evitar riesgos mayores como infartos, o eventos vasculo-cerebrales», concluyó.
Con información de nota de prensa.