En relación al mundo de los lácteos, han nacido una serie de mitos que nada aportan a tu salud -más bien lo contrario-. Pero, hoy los desenmascararemos: ¿quieres descubrir cuáles son los mitos más comunes sobre la leche?
#1 La leche es la única fuente de calcio
Es cierto que el contenido de calcio que aporta la leche de vaca a tu organismo es muy importante. Sin embargo, los lácteos no son la única fuente de calcio y otros productos vegetales como las espinacas o el repollo contienen este nutriente en mayor cantidad. ¿Sorprendida?
#2 La leche previene las enfermedades óseas
Aunque entre los beneficios de la leche se encuentre precisamente el fortalecimiento de los huesos, los científicos no se ponen de acuerdo respecto a la prevención de las enfermedades óseas. Y es que los últimos estudios publicados sugieren que en los países que se consume más leche hay un mayor riesgo de enfermedades óseas.
La explicación podría estar en una dieta que tiene deficiencias por otros lados o, simplemente, en posibles dificultades en la asimilación del calcio de la leche.
#3 Las vacas necesitan ser ordeñadas
Al igual que el resto de mamíferos, las vacas dan leche para alimentar a sus crías. Por lo tanto, no es necesario que nosotros las ordeñemos para que ellas puedan llevar una vida sana.
#4 La leche de vaca es para todos
El problema fundamental que existe con la leche y su consumo saludable es la intolerancia a la lactosa. Se trata de una enfermedad que sufre buena parte de la población y que ni siquiera lo sabe. En ese sentido, el consumo de leche puede producir muchas molestias que luego no encuentran explicación. Sin embargo, si no se tiene este problema, no hay por qué demonizar a la leche de vaca.
#5 La leche es un producto natural
La leche de vaca debería ser un producto natural. El problema es que, como la mayoría de los otros alimentos que consumimos, se le añade en los procesos de preparación y envasado, un montón de aditivos que no son necesarios y no le aportan nada a nuestra salud. Por eso, si tienes la oportunidad, lo mejor es que compres leche fresca o directamente de las cooperativas de productores.
La leche es un alimento fundamental para nuestra salud y aunque puede ser sustituido por otros si se desea, no hay por qué hacerlo -salvo que sufras de intolerancia a la lactosa-. ¡Ahora lo sabes!
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