La mayoría de las mujeres, cuando piensan en tener un bebé , sienten un miedo atroz a tener una episiotomía. Muchas piensan que es inevitable, otras se niegan a que se la hagan. Surge la duda: ¿episiotomia o desgarro? En definitiva, se trata de un tema controvertido que no deja indiferente a nadie. Cada mujer tiene su propia experiencia y hay tantas opiniones como madres.
¿En qué consiste? La episiotomía es un pequeño corte que se realiza en los genitales de la mujer (vagina y periné ), justo antes de que salga la cabecita, para ampliar el orificio de salida. Se puede realizar en dirección al ano (central), las que menos duele y cicatriza mejor. Pero es más frecuente hacia un lado (lateral) por su menor riesgo de dañar el esfínter anal.
¿Cuál es la opinión experta sobre la episiotomía? ?Solo se debería realizar si hay que sacar rápido al bebé porque lo esté pasando mal, y no de forma rutinaria. En España, las tasas de episiotomía están muy por encima de las de otros países europeos. Sin embargo, no está demostrado que hacerlas de forma sistemática reduzca el número de desgarros graves ni de problemas del suelo pélvico .
¡Se puede prevenir! Para disminuir el número de episiotomía es aconsejable que las madres:
Preparen el periné a lo largo del embarazo con masajes de aceite de rosa de mosqueta. Fortalezcan el suelo pélvico con ejercicios adecuados. Además los profesionales deben:
Aumentar el tiempo del periodo expulsivo para que los tejidos puedan distenderse (dar de sí ) poco a poco. Perder el miedo a los desgarros. Un desgarro pequeño y leve cicatriza mejor que una episiotomía y generalmente no deja secuelas importantes. Te puedes negar… si no es «necesaria» Tienes todo el derecho del mundo a manifestar tu deseo de que solo se te haga una episiotomía si es estrictamente necesaria, y que prefieres un desgarro leve a una episiotomía. Cuando estés de parto , habla con tu matrona, cuéntale tus miedos y seguro que podréis entenderos mutuamente.
Pero si por la razón que sea, finalmente te la tienen que hacer, no te preocupes en exceso. Generalmente, la cicatrización es buena, y tu matrona del centro de salud te ayudará a que no te quede ninguna secuela.
¿Y qué dicen las madres? Ana: «No es tan horrible» En mi primer parto, me hicieron una episiotomía porque en el último momento mi bebé no salía y empezaba a pasarlo mal. La verdad es que los primeros días lo pasé un poco regular por el dolor. Al principio no quería tomar calmantes, por si afectaban a la lactancia , pero la matrona del centro de salud que me había dado mucha seguridad en el embarazo me aseguró que eran compatibles, así que empecé a tomarlos y pude estar más cómoda.
Han pasado siete meses del parto y no me ha quedado ninguna secuela, tan solo las primeras relaciones sexuales me resultaron un poco molestas, pero con los masajes de rosa de mosqueta enseguida se normalizaron. Sinceramente, no me pareció tan horrible como me lo habían pintado. Aurora: «No la necesité» Mi hermana mayor sufrió mucho en su parto por la episiotomía y yo tenía verdadero pánico a que me la tuviesen que hacer. Desde que supe que estaba embarazada , empecé a preparar el periné con masajes de aceite de rosa mosqueta, tal y como me enseñó la matrona del centro de salud.
Afortunadamente, los masajes fueron efectivos y no fue necesaria. Solo tuve un mínimo desgarrito de un punto por lo cual mi recuperación fue excelente. Virginia: «Nunca más» Para mí fue una experiencia terrible que me hizo vivir muy angustiada los primeros días de mi hijo. Mi niño nació con fórceps y me tuvieron que hacer una episiotomía muy grande con muchos puntos. Tuve unos dolores tremendos y cuando los puntos comenzaron a secarse tiraban muchísimo y no podía sentarme. Además, se me infectó un punto y tardó muchísimo en cicatrizar.
Han pasado 15 meses y aún noto molestias en las relaciones sexuales y a veces se me escapa la orina al toser. Desde luego, en mi siguiente parto pediré que me la hagan solo si es estrictamente necesario. Carmela: «Tuve desgarro» En mi segundo parto, cuando ya estaba empujando para parir, la matrona me dijo que dudaba si hacérmela o no, porque mis tejidos eran muy elásticos y creía que no haría falta. Finalmente no me la hizo, y como la cabeza de mi niño era muy grande, tuve un desgarro muy importante, que me llegó hasta el ano.
Tardé muchísimo en recuperarme, no controlaba la orina y los gases y tenía mucho dolor. Estaba muy preocupada pensando que jamás me recuperaría del todo. Siempre me ha quedado la duda de que con una episiotomía probablemente hubiera sido todo más fácil.
serpadres