Los científicos finalmente averiguaron cómo el gen clave relacionado con la obesidad hace que la gente engorde, un importante descubrimiento que podría abrir la puerta para abordar en una forma totalmente nueva el problema más allá de dietas y ejercicios.
Desde el 2007, los investigadores saben que un gen llamado FTO está relacionado con la obesidad, pero no sabían cómo y no podían relacionarlo con el apetito u otros factores conocidos.
Ahora experimentos muestran que la versión defectuosa del gen causa que la energía de la comida se almacene en lugar de quemarse. Alteraciones genéticas en ratones y en células humanas en laboratorio indican que esto puede revertirse, lo que ofrece la esperanza de que se pueda desarrollar un medicamento u otro tratamiento para que haga lo mismo en las personas.
El estudio fue dirigido por científicos en MIT y la Universidad Harvard y fue publicado en línea el miércoles por el New England Journal of Medicine .
El descubrimiento desafía la noción de que «cuando la gente estaba obesa era básicamente por decisión propia porque optaban por comer mucho o no hacer ejercicio», dijo la líder del estudio, Melina Claussnitzer, una especialista en genética en el centro médico Beth Israel Deaconess, afiliado a Harvard. «Por primera vez, la genética reveló un mecanismo en la obesidad del que no se sospechaba antes» y ofrece una tercera explicación o factor de lo que está involucrado.