En octubre de 2005, el Comité Asesor de Medicamentos de la Food and Drug Administration ( FDA ) se reunió para discutir los beneficios y riesgos potenciales asociados con productos antisépticos comercializados para uso doméstico, en especial los jabones etiquetados como antibacterianos. La conclusión de la reunión de la FDA dio lugar a una mayor investigación sobre los riesgos y beneficios de productos antisépticos de consumo específico utilizados en el entorno de la comunidad.
La mayoría de los jabones líquidos de consumo etiquetados como antibacteriano contiene triclosán , y aunque la FDA no regula formalmente los niveles de triclosán utilizados en productos de consumo doméstico, la mayoría de las marcas de jabón líquido para manos populares contienen entre 0,1% y 0,45% . Un compuesto químicamente relacionado conocido como triclocarbán se utiliza en formulaciones de barras de jabón antibacterial, por lo que en lo sucesivo la información que encontrará en esta publicación se refiere a ambas presentaciones de jabón.
El triclosán es un agente antimicrobiano de fenoxifenol que se comercializa como un ingrediente antibacteriano en productos de higiene, pero también tiene algo de actividad antiviral y antifúngica. Es bacteriostático a concentraciones bajas y bactericida a concentraciones altas, y aunque la actividad bactericida del triclosán implica algunos mecanismos de exterminio no específicos, los resultados de varias investigaciones sugieren que la acción bacteriostática se produce mediante la ruta conocida como la «proteína portadora-reductasa enoil-acilo» (enoyl-acyl carrier protein reductase) lo que ha permitido explorar en algunos casos si el triclosán puede influir en la aparición de resistencia a los antibióticos.
Similar a su resistencia a los antibióticos, las bacterias pueden ser intrínsecamente resistentes al triclosán a través de mecanismos de impermeabilidad, biopelículas y la inactivación enzimática.
Ahora bien… ¿por qué se comenzó a incorporar al triclosán en las formulas de jabones domésticos? Más allá del mero hecho comercial, siempre ha existido una preocupación por la remoción de bacterias causantes de potenciales enfermedades, así que desde los años sesenta se utiliza este compuesto en las formulación de jabones líquidos o en barra para mejorar la remoción de bacterias. Así, los estudios a lo largo de los años han demostrado que los jabones que contienen triclosán generalmente ofrecen un «nivel adicional» de eficacia más allá de la capacidad del jabón normal de eliminar microorganismos transitorios a través de los tensoactivos y la acción mecánica de la técnica de lavado.
Según una revisión publicada en el Journal of clinical Infections disease (2007), los datos disponibles no apoyan la eficacia de triclosán para reducir los síntomas de enfermedades infecciosas o recuentos bacterianos en las manos cuando se utiliza en las concentraciones que se encuentran comúnmente en jabones antisépticos. La eficacia fue similar a la de jabón normal en la mayoría de los estudios, y una diferencia en la reducción de los niveles de bacterias en las manos se observó, en general, solo después de lavados de manos con jabones que contenían concentraciones relativamente altas de triclosán .
Parte de las conclusiones de los autores de la revisión incluyen que los estudios de intervención en las comunidades (muy diferente al entorno hospitalario, por ejemplo) sugieren que los productos de consumo que contienen triclosán o triclocarbán no son eficaces contra las enfermedades infecciosas más comunes que afectan a las personas en el entorno doméstico. Por estas razones, la utilidad de este ingrediente antibacterial para prevenir enfermedades infecciosas comunes para las políticas de salud pública como una medida de protección adicional más allá de la proporcionada por el uso de jabón normal no quedó demostrada.
Asimismo, esta investigación ha aclarado varios mecanismos moleculares por los cuales la exposición a niveles subletales de triclosán puede conducir a la aparición de resistencia bacteriana a los antibióticos en especies selectas.
De mi revisión bibliográfica para la elaboración de esta publicación encontré una publicación de la revista Pharmacotherapy de este mismo año, que concluye lo siguiente: «Con base en la evidencia disponible, el riesgo de potencial resistencia a los antimicrobianos es mayor que el beneficio del uso generalizado de triclosán en los jabones antimicrobianos», por lo que creo que es bastante claro que el abuso con estos jabones antimicrobianos puede representar un riesgo para la salud, así que use jabón convencional y una buena técnica al lavar sus manos en la próxima ocasión.
Fuente: Inspirulina.com