Tras el fin del reinado de dietas como la Atkins o la Dukan, cuya fama fue tan potente como efímera, los científicos siguen buceando en una de las obsesiones contemporáneas más recurrentes: la fórmula ‘milagrosa’ para perder peso. Pero los poco a poco, los estudios van desmontando algunos mitos: los hidratos de carbono no son siempre enemigos de un cuerpo esbelto y sano.
Los últimos estudios científicos apuntan que las dietas bajas en carbohidratos ayudan a bajar peso más rápidamente, pero son las que restringen las grasas las que permiten reducir más cantidad de tejido adiposo, que es el objetivo último de la dieta.
En un estudio de la Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Reino Unido, publicado por el Daily Mail, se comprobó que las dietas en las que se restringen las grasas ayudan a perder peso de forma más lenta pero saludable. Los investigadores pusieron a 19 mujeres y hombres con sobrepeso bajo una dieta que restringía los hidratos de carbono y otra baja en grasa, durante la primera y la segunda semana del experimento respectivamente. Además, se aseguraron de que se consumieran las mismas calorías y realizaran los ejercicios idénticos.
Los resultados fueron sorprendentes. En una dieta baja en carbohidratos, los pacientes perdieron más kilos. Sin embargo, en el régimen bajo en grasas, se deshicieron de más tejido adiposo, aunque perdieron menos peso. Esto podría responder al hecho de que durante la primera dieta perdieron más agua, mientras en la segunda redujeron casi el doble de grasa.
Este estudio podría acabar con el extendido mito de que todas las calorías son iguales y que las dietas que acaban con alimentos como el pan o las patatas (ricos en hidratos de carbono ) son más efectivas. Sin embargo, los doctores son conscientes de que los regímenes que más se reflejan en la báscula resultan más motivadores para los pacientes que quieren ver resultados rápidos. Eso sí, no siempre son las más saludables.