El asma está definida por la Organización Mundial de la Salud como «una enfermedad crónica que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea(falta de aire) y sibilancias (silbidos del pecho), que varían en severidad y frecuencia de una persona a otra».
Y es bastante común: uno de cada diez niños del mundo sufre de esta condición. 300 millones de personas en el planeta, si contamos los adultos.
El diagnóstico puede sentirse como una definición terminante para que las personas con asma realicen un deporte: ante la menor agitación, los canales respiratorios colapsarían y podrían causar una emergencia.
Sin embargo, muchas personas que tienen asma han llegado a ser campeones olímpicos.
El caso más famoso es el del nadador estadounidense Mark Spitz, quien a pesar de sufrir esta enfermedad logró colgarse siete medallas doradas de natación durante los Juegos Olímpicos de Munich 1972.
Pero no solo el «Tiburón», como se lo conoce, triunfó en el deporte a pesar de ser asmático.
También el exfutbolista del Manchester United Paul Scholes fue un referente del fútbol británico durante una década y fue capaz de superar esta afección, que le había sido diagnosticada a los 21 años.
De hecho, en los Juegos Olímpicos de Barcelona (1992), entre el 8 y el 12% de los competidores eran asmáticos.
No hace falta irse al deporte de alta competencia: lo cierto es que si la persona está bajo un tratamiento de control, los expertos afirman que no hay razones para que no pueda practicar una actividad física.
Maratonista Otra de las grandes deportistas que ha superado esta dificultad ha sido la corredora de fondo británica Paula Radcliffe , quien ha ganado varias competencias alrededor del mundo, incluyendo la maratón de Londres.
«Lo más importante es el calentamiento. Es fundamental hacer algo de estiramiento y correr carreras lentas para acondicionar el cuerpo», le dijo Radcliffe a la BBC.
La maratonista realiza una sesión previa a la carrera de aproximadamente 45 minutos y también hace 15 minutos de trote antes de cada competencia.
«Lo ideal es controlar la respiración durante el calentamiento para crear un ambiente ideal a la hora de practicar la actividad física», explicó Radcliffe.
Los mejores deportes Sin embargo, correr o jugar fútbol no son los mejores deportes para las personas que tienen asma.
Uno de las prácticas deportivas más recomendadas para mejorar el rendimiento físico, inclusive por personas como Radcliffe o Scholes, es la natación.
Para la farmacéutica española Antonia Mangues y la enfermera María Pilar García, esta es la mejor opción para quienes sufren de esta dolencia respiratoria.
«Generalmente, nadar es mejor que correr. Efectivamente, la natación es uno de los mejores deportes para los asmáticos, porque no provoca excesiva presión pectoral y se practica en ambiente húmedo», afirman en un documento académico que lleva la firma de ambas profesionales.
También aconsejan que se tenga en cuenta que seis minutos de deporte pueden producir un ataque de asma, por lo que recomiendan practicar en intervalos de menor duración.
«Las carreras de relevos o los deportes de equipo son muy indicados para los asmáticos. Un tratamiento con la base correcta mejora el asma y la tolerancia al ejercicio», anotaron.
Tratamiento La mayoría de las personas que sufren asma toman dos clases de medicinas mediante inhalación para mejorar su respiración -una para prevenir episodios, otra para controlar los picos de asma-, aunque saben que la dolencia en sí no es algo que se pueda curar.
Por ejemplo, Scholes realizaba inhalaciones 20 minutos antes de cada partido.
Lo mismo hace Radcliffe, quien utiliza la droga que «alivia» antes de cada competencia, mediante los muy conocidos inhaladores que los asmáticos suelen tener a mano.
Sin embargo, ella también toma la droga «preventiva» dos veces por día. De esta manera logra controlar los agentes que pueden disparar un ataque de asma.
Pero algunas veces el ejercicio también ayuda a reducir las posibilidades de una crisis, como lo recomiendan Mangues y García: «Tomar la o las medicinas indicadas por el médico antes de la actividad física, no realizar ejercicios de máxima intensidad y cuando sea posible intentar respirar por la nariz», recomiendan.
Otros deportes Pero no solo son la natación o las carreras por relevos buenos deportes para las personas que sufren de asma.
De acuerdo al médico deportivo John Bottrell, las artes marciales son un ejercicio adecuado debido a que se practica bajo techo y, por lo general, con movimientos cortos que permiten a las personas estar en forma y aumentar masa muscular.
También el trabajo con pesas sirve para varias cosas: aumentar masa muscular y perder algo de peso.
«No se trata de lucir como el actor Arnold Schwarzenegger, pero sí hacer un trabajo que sirva para estar en una buena condición física».
Otros ejercicios que son buenos para evitar crisis respiratorias son la bicicleta y el caminar: «Si el clima es el adecuado, es una de las mejores formas de actividad física. Y caminar siempre será un buen ejercicio para todos».