El Observador /
Según un estudio del grupo de Nutrigenómica del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic), el consumo de grasas monoinsaturadas mejora la condición de los pacientes con síndrome metabólico.
La investigación, que fue publicada en la revista American Journal of Clinical Nutrition, sugiere que, mediante una modificación en el perfil de lípidos de la dieta de personas con síndrome metabólico y resistencia a la insulina, se reduce el estrés oxidativo y el estado inflamatorio, mejorando la respuesta cuando se aplica una dieta baja en grasas saturadas y rica en insaturadas.
El trabajo consistió en el estudio de 472 pacientes con síndrome metabólico durante 12 semanas. Los mismos fueron divididos en tres grupos de acuerdo a su nivel de resistencia insulínica. Al mismo tiempo, se les dio aleatoriamente cuatro tipos de dietas: una rica en grasas saturadas, otra rica en grasas monoinsaturadas, una tercera baja en grasas y rica en hidratos de carbono, y la cuarta baja en grasas, rica en hidratos de carbono y suplementada con ácidos grasos omega 3.
Como resultado se observó que los participantes con mayor resistencia insulínica se vieron más beneficiados por una dieta rica en grasas monoinsaturadas o en grasas omega 3. Los pacientes sin resistencia a la insulina se vieron beneficiados por estas mismas dietas en cuanto a la reducción del perímetro de cintura, del índice de masa corporal y de la presión sanguínea.
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