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Unos son adultos mayores, otros se acercan a esa etapa, pero un grupo apenas bordea los 30. La insuficiencia renal no sabe de edad ni de patología: diabéticos, personas con secuelas de infecciones urinarias o pacientes con enfermedades del sistema inmunológicos como lupus, cáncer o VIH se someten a hemodiálisis.
La enfermedad renal crónica afecta casi al 10% de la población, según la Organización Mundial de la Salud. Los especialistas dicen que esta condición se puede prevenir, pero no tiene cura, suele ser progresiva, silenciosa y no presentar síntomas hasta etapas avanzadas. Al final las opciones: trasplante de riñón y hemodiálisis.
Celia Burbano es nefróloga del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Y lidera la Unidad de Diálisis del Centro Médico La Mariscal, ubicado en La Colón, en Quito.
Lo normal -anota- es que al envejecer el riñón empiece a presentar problemas, pero múltiples patologías pueden acelerar ese proceso. Pide imaginar una escalera, con cinco gradas. Al inicio se ubican personas con menos del 15% de funcionamiento; siguen las que tienen del 15 al 30%; 30 al 60, 60 al 90 y más de 90%.
Alguien que descubre que es diabético a los 40 años y que baja de peso, se medica y se cuida, pudiera evitar la diálisis.
Solo quienes están en el primer escalón (menos del 15% de funcionamiento) requieren la terapia que sustituye la función de sus riñones. Para ellos se trata de un procedimiento vital, como las máquinas que hacen respirar a una persona en cuidados intensivos.
Por eso deben acudir tres veces por semana. Y en cada sesión diaria se quedan cuatro horas. La hemodiálisis sustituye la función que hacen riñones nativos , 24 horas del día.
Belén Suárez, de 31 años, se ha sometido a hemodiálisis en La Mariscal desde hace 10 meses. Empezó con un procedimiento similar seis años atrás. Se trata de diálisis peritoneal (se puede hacer en casa).
Suárez está casada y tiene dos hijos de 7 y 8 años. Es veterinaria, con un negocio propio, por lo que acude a las terapias, de 06:00 a 10:00, los lunes, miércoles y viernes.
Empezó con hemodiálisis porque su presión estaba elevada y sentía fuertes dolores de cabeza. Desarrolló insuficiencia renal, como secuela del lupus. Aprendió a cuidar su peso y a controlar lo que come.
Ahora se siente mejor, la hemodiálisis es parte de su bienestar. El procedimiento -detalla la nefróloga Burbano- suple parcialmente la función de los riñones, al eliminar lo tóxico y nocivo para la salud. Eso hace que se presenten síntomas urémicos como disminución de la orina, sangre en ella, etc. En una persona sana, eso se deshecha a través de la orina.
Otra es la historia para quien sufre insuficiencia renal. En el IESS hay 20 790 de esos pacientes. De enero a agosto del 2017se ha atendido a 196 menores de edad con ese diagnóstico en sus dependencias.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) , el número de tratamientos de diálisis en 2014 – último dato encontrado – alcanzó los 222 349 en establecimientos de salud a escala nacional. Representa casi el triple del 2011 (76 002).
La Unidad La Mariscal tiene capacidad para 246 pacientes. Son unas 2 500 hemodiálisis las que se hacen en 30 días. Se pudieran completar 3 600.
La existencia de esta unidad implica un ahorro para el IESS, pues se evitan derivaciones a clínicas privadas . En ellas, el paquete de 13 sesiones cuesta USD 1 456. Son USD 182 más de lo que invierte el Seguro en ese mismo número de sesiones.
Lo precisó Richard Espinosa, presidente del Consejo Directivo del IESS . Y recordó que los prestadores externos facturan por paquete completo, por lo que el ahorro es mayor.
A Gladys Baquero, de 57 años, le detectaron insuficiencia renal hace 9. Probablemente se debió a infecciones en las vías urinarias. Lleva cuatro meses sometiéndose a hemodiálisis. Estaba mal, no tenía ganas de comer, contrajo anemia, vivía sin energía y débil.
Para controlar su presión, toma en la mañana y en la noche medicinas. En la rutina de esta exauditora ya están las tres sesiones a la semana de hemodiálisis. Baquero también es paciente en La Mariscal.
Según el IESS, hay 177 sillones para hemodiálisis en el país : 43 en La Mariscal; 15, en el H. Carlos Andrade Marín, 62 en el Teodoro Maldonado, etc.
12 horas de hemodiálisis a la semana para aferrarse a la vida 29 hospitales pueden hacer trasplantes