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Todos hemos sentido en algún momento de nuestras vidas algún dolor de cabeza, por lo tanto al síntoma lo conocemos bien, aunque sea en mayor o menor medida, lo conocemos. Se trata de una molestia a veces de aparición lenta, incipiente o repentina, y que puede genera tanto malestar que hasta incluso en algunas circunstancias nos puede complicar la tarea cotidiana.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha determinado que el 50% de la población mundial ha tenido un evento de cefalea o dolor de cabeza durante el último año. Esto nos da una idea de su frecuencia. En cuanto a los motivos por los cuales podemos presentar cefalea, éstos son muchos e incluso los tipos de cefalea también son numerosos, basta decir que hay aproximadamente 100 tipos de cefalea diferentes. Este cuadro se puede presentar a cualquier edad pero en términos generales se acepta que su frecuencia es mayor en personas jóvenes digamos entre los 30, 40 o 45 años, aunque reitero puede darse en cualquier edad de la vida.
Un aspecto muy importante a señalar es que en realidad cuando hablamos de cefalea o dolor de cabeza, estamos haciendo referencia a un síntoma y no a una enfermedad específica. Las cefaleas primarias son las que dependen de enfermedades que tienen que ver específicamente con su origen cerebral, en tanto a que es en algún lugar de las estructuras cerebrales donde se origina este síntoma. Hacemos referencia a las cefaleas secundarias cuando éstas dependen de algún otro origen o evento que la determinan.
Las cefaleas primarias: qué significa cada una Entre las más comunes se encuentra la llamada «cefalea tensional» en este caso la sintomatología se circunscribe a un dolor que se extiende en la frente y a ambos lados de la cabeza a manera de cinturón que aprieta. Puede ir acompañado de una situación de pesadez o sensación de fuerte incomodidad. Éste tipo de cefalea es la que se presenta con mayor frecuencia en condiciones de estrés, ansiedad o angustia.
Otro tipo de cefalea es la conocida migraña en cuyo caso el dolor tiene una característica muy llamativa y es el hecho de que duele la mitad de la cabeza, es una cefalea que denominamos «hemicraneana». También es frecuente que vaya acompañada de una sensación pulsátil, algo así como percibir que la cabeza late. Además, no pocas veces es acompañado de síntomas generales tales como náuseas y vómitos. Es en este tipo de patología en la que se describen con alguna frecuencia la presencia de las llamadas «auras». Las auras son un fenómeno de tipo neurológico que preceden a la aparición de la cefalea y se ven caracterizadas por una suerte de sensaciones o alucinaciones, algunas veces visuales tales como la identificación de colores y otras veces alucinaciones auditivas en las cuales el paciente percibe ciertos sonidos que le son característicos. Hay otras como la llamada «cefalea en racimo» que se encuentra relacionada con una complicación del nervio trigémino que inerva parte del rostro.
Qué dicen las cefaleas secundarias
Dentro de estas encontramos múltiples causas entre las cuales pueden estar los traumatismos de cráneo, cuello, rostro, etcétera. Algunas veces la cefalea puede ser provocada por un accidente cerebro vascular o ACV. No pocas veces las cefaleas pueden estar producidas o provocadas por el abuso de ciertos medicamentos. En otras situaciones, infecciones, por ejemplo aquellas originadas en el oído también pueden ser causa de cefaleas. Resulta llamativo que algunas enfermedades gastrointestinales tales como la enfermedad celíaca y el síndrome de intestino irritable también sean causa de cefaleas.
¿Cuándo requiere consulta?
Si bien es cierto que una cefalea de aparición esporádica no muy importante y que se sobrelleva fácilmente durante los primeros minutos u horas muchas veces se resuelve simplemente con el paso del tiempo o la utilización de un analgésico común, también me permito sugerir que hay causas o circunstancias que requieren consulta médica.
Me refiero a todos aquellos cuadros de dolor de cabeza o cefalea que uno nota que afecta a la tarea cotidiana. También en aquellos casos donde aún si bien el dolor es de baja intensidad se prolonga en el tiempo perdurando de uno a tal vez dos días. Cualquier cefalea que se ha acompañado de otros síntomas tales como náuseas y vómitos también amerita consulta médica.
En algunas circunstancias los pacientes presentan cuadros de cefalea de poca magnitud o importancia y al no resultar ser incapacitantes el paciente casi las incorpora como una molestia normal. Pues bien esto sería un error, cualquier cuadro de cefalea que dure varios días y mucho más si llega a la semana o a las dos semanas requiere consulta médica. Como médicos estamos acostumbrados a considerar que todo cuadro de cefalea, independientemente de su magnitud, que se manifieste con una frecuencia de orden semanal requiere un diagnóstico correcto y más preciso.
El tratamiento En términos generales el tratamiento amerita un diagnóstico previo en busca de la causa específica que produce la cefalea. El tratamiento será el de la causa que le da origen. Sin embargo, en ocasiones, algunas recomendaciones básicas solucionan el problema.
Es importante no saltear comidas, evitar el exceso de cafeínas, cigarrillo, condicionar un descanso y un sueño favorable, realizar actividades que permitan la relajación psicofísica y por supuesto el control de todas aquellas situaciones de estrés.
Al igual que en otras oportunidades quiero recordar que un síntoma más que un síntoma es «información» y esto significa que la presencia de cualquier síntoma nos está llamando a la conciencia sobre que algo está funcionando mal en nuestro organismo. Por lo tanto si ese síntoma es la cefalea, como en cualquier otro síntoma, la recomendación es muy clara: consulte a su médico.
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