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La Sociedad Panameña de Salud Pública manifestó este lunes 24 de julio su preocupación por el incremento en casos de sífilis congénita en Panamá, que han pasado de 0.2 casos por mil nacidos vivos en 2009 a 1.9 en 2016.
Las estadísticas hablan de 10 veces más casos, por lo que se mantiene el interés en el tema, ya que la sífilis congénita es una enfermedad grave transmitida de madre a hijo durante el embarazo, que pudiera ser eliminada fácilmente con un adecuado control prenatal durante el embarazo.
Según cifras del Ministerio de Salud (Minsa) en 2016 se reportaron 141 casos de esta enfermedad en el país; la provincia de Bocas del Toro fue la que tuvo la tasa más alta con 33 casos, le siguió la comarca Ngäbe Buglé con 21 y en la región metropolitana se registraron 19.
El presidente de la Sociedad Panameña de Salud Pública, Claude Betts , indicó que la sífilis congénita es una de las enfermedades más evitables, y señaló que la prevención de estos casos, con un adecuado control prenatal, es parte de los indicadores de la propuesta «Generación Saludable Panamá 2030» que impulsa la Sociedad Panameña de Salud Pública, junto a múltiples sectores del país.
De igual manera, el médico epidemiólogo de la Caja del Seguro Social (CSS) , Eddy Cabrera, manifestó que el mayor esfuerzo debe enfocarse en la atención primaria, porque el tratamiento para la sífilis congénita tiene un costo aproximado de 5 dólares por paciente y atender a una persona enferma representa un gasto enorme para el sistema de salud.
Cabrera añadió que el adecuado control prenatal también sirve para controlar otras enfermedades en la mujer embarazada, reduce riesgos en el parto y da mejores condiciones para un buen inicio de la vida a los recién nacidos.
Durante el segundo conversatorio multidisciplinario, en el que participaron médicos de diversas especialidades, enfermeras, docentes y dirigentes sindicales se presentaron una serie de recomendaciones para erradicar la enfermedad por completo y ayudar a su disminución.
Entre las sugerencias esta: hacer realidad el control prenatal totalmente gratuito, lo que implica el no cobro a las mujeres embarazadas por su atención, incluido insumos, laboratorios, y tratamientos, independiente de donde se brinda dicha atención; exigir al Minsa asumir su rol de garante del derecho universal a la salud con la asignación de adecuado nombramiento y capacitación de recursos humanos.
También se recomendó promover la investigación enfocada a todo lo concerniente a la estrategia de atención primaria y el derecho a la salud, incluyendo un buen comienzo a la vida, entre otras.