El Observador /
Su alto contenido en fibra lo convierte en una excelente opción para diabéticos y la ausencia de gluten hace que sea perfectamente apto para celíacos.
Para 6 porciones se necesitan:
· 1 ¾ tazas de quinoa remojada en agua de la noche anterior
· ¼ taza de chía
· 1 taza de agua
· ¼ taza de aceite de oliva
· ½ cta de sal
· ½ cta de bicarbonato de sodio
· 3 cdas de jugo de limón
· ½ taza de harina de amaranto (u otra harina sin gluten)
· ¼ taza de semillas de girasol
Procedimiento:
Precalentar el horno a 160ºC.
Remojar las semillas de chía en ½ taza de agua hasta que dupliquen su tamaño.
Colocar la quinoa y la chía remojadas en un procesador junto con la ½ taza de agua restante, el aceite de oliva, el bicarbonato, la sal y el jugo de limón. Procesar durante 3 minutos aproximadamente, hasta obtener una mezcla pastosa.
Añadir la harina de amaranto poco a poco hasta integrar por completo.
Forrar un molde con papel manteca y cubrir con aceite en spray.
Vaciar la mezcla en el molde y distribuir perfectamente.
Cubrir con las semillas de girasol.
Hornear por una hora hasta que quede dorado por fuera y ligeramente húmedo en su interior.
Sacar del molde y dejar enfriar.
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