Accesorios de moda en la antigua corte imperial

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La mujeres tienden a ser fieles seguidoras de la moda ya sea en el pasado como en la actualidad. Las bellezas de la antigua corte real eran referentes de las tendencias más que la gente común y corriente. Repasemos algunos objetos que se lucían en el palacio imperial.

Buyao o gancho para el cabello

Buyao , literalmente «vuelta en un paso», era un delicado ornamento que simbolizaba un estatus de noble. La pieza estaba hecha originalmente de oro en forma de dragón o fénix y decorada con perlas y jade. Su principal característica eran sus pendientes que iban con el movimiento de quien la portaba, lo cual requería que quien lo llevara caminara de forma elegante. Su popularidad creció en las dinastías Han (206 -220) y Tang (618-907), y solo las concubinas de alto nivel en la corte real podían llevarla.

Chapín o calzado con plataforma

Las bellezas de la antigüedad preferían calzar chapín, al igual que en estos tiempos los tacos altos es la moda. Este tipo de zapatos eran muy codiciados durante la dinastía Qing (1644-1911), presentaban varias tipos de acuerdo a la forma de la suela. Existían los de suela común, en forma de maceta o lingote. Los zapatos iban muy bien con los largos vestidos muy usados durante la dinastía Qing.

A la emperatriz Dowager Cixi le fascinaba este tipo de calzado y la mayor parte de ellos eran muy lujosos con un bordado exquisito y joyas valiosas.

Pese a que daban un toque de elegancia no eran nada fácil de usar.

Fundas de uñas

Cubrir las uñas fue una novedad en los tiempos antiguos, especialmente entre las mujeres de las familias más adineradas. Para proteger sus largas y delicadas uñas, se diseñó una funda especial. El modelo en forma de arco era para el meñique y el dedo anular y en general para la parte superior.

En la dinastía Qing, la pieza era de oro, plata, jade, perlas o cobre recubierto de oro y las técnicas utilizadas eran esmalte, filigrana, tallado o diancui (bañado en azul).

Abanicos circulares

Los abanicos circulares aparecieron por primera vez en la corte real con el nombre de “abanicos mandarines”.

Surgieron en la dinastía Han del Oeste (206 antes de nuestra era- 24 después de nuestra era). Durante la Sui (581-618) y Tang se propagó a Japón y son los que existen hoy en día en el país del sol naciente.

Algunas personas consideran que los abanicos circulares eran accesorios solo de las mujeres, pero los hombres también los usaban.

No solo servían para refrescarse, sino también para cubrir o esconder la boca o la cara de su portadora cuando sonreía, lo cual añadía un cierto encanto a la timidez de algunas.