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Más de 50 médicos se juntaron y formaron la Sociedad Uruguaya de Endocannabinología (SUE). Esos especialistas, que pertenecen a distintas áreas de la medicina, trabajaban con el cannabis medicinal de forma aislada y se agruparon para ejercer mayor presión en el gobierno . ¿Su objetivo? Que se agilice la comercialización local de marihuana con fines terapéuticos y que cada vez más profesionales consideren esta alternativa para sus pacientes.
Si bien un decreto de 2015 prevé la venta de cannabis medicinal, el Poder Ejecutivo aún no determinó cuándo la pondrá en práctica. Por lo tanto, las personas que necesitan ese tratamiento deben pagar US$ 250 cada frasco de 100 mililitros de cannabis medicinal que traen del extranjero, porque en Uruguay solo lo consiguen en el mercado negro. El dinero no es el único problema, ya que esos usuarios deben pasar por un largo proceso para que el Ministerio de Salud Pública (MSP) les permita importar el producto bajo la categoría Suplemento alimenticio.
La presidenta de la SUE, Raquel Peyraube, dijo a El Observador que el grupo busca «trabajar en conjunto» con las autoridades para planificar la regulación de la marihuana con fines terapéuticos. Sin embargo, la especialista afirmó que las reuniones que mantuvieron con el MSP fueron «de reclamo», porque en estos dos años desde que se aprobó el decreto «el gobierno no cumplió con lo que había prometido».
En ese sentido, Peyraube sostuvo que la cartera de salud debería pedirles más asesoramiento antes de lanzar la venta de cannabis medicinal uruguayo, ya que las autoridades «saben poco y nada» del tema y la SUE está conformada por profesionales que «se formaron y están empapados de la literatura médica» al respecto.
Término medio La vicepresidenta de la SUE, Julia Galzerano, fue menos crítica que su colega y consideró que las negociaciones con el MSP «van avanzando». En una entrevista con El Observador en febrero de este año, la especialista había afirmado que la venta de marihuana con fines terapéuticos en Uruguay estaba «estancada», pero en estos meses cambió su opinión. «Lo que hemos visto es que está moviéndose un poco más, porque reclamos concretos, como los trámites, se mejoraron», señaló.
La médica destacó que el ministerio haya sido «más flexible» con los trámites para importar el aceite de cannabis, porque hasta hace un tiempo pedía que la dirección técnica del prestador de salud firmara el formulario que deben presentar los pacientes. Sin embargo, luego de haber negociado, se resolvió quitar ese requisito para agilizar el proceso. «Esto que no parece importante, es importante, porque había mutualistas que no firmaban y la gente tenía que ir dos o tres veces a que les dijeran que no», explicó.
La especialista consideró, en tanto, que hay nuevos obstáculos que deben sortear, ya que la cartera no resolvió aún cuándo va a habilitar la comercialización del aceite de marihuana legal que podría producirse en el país. «Lo que nos explicaban en el ministerio es que no hay tantos proyectos presentados. Necesitamos cannabis medicinal local, uruguayo, que se haga acá», afirmó.
«Un cierto movimiento» La subdirectora de Salud del MSP, Raquel Rosa, dijo a El Observador que hasta el momento fueron dos las propuestas que se presentaron para empezar a producir el aceite de marihuana. Si bien todavía hay tiempo para que las empresas se acerquen a la cartera, la jerarca reconoció que hubo «poca receptividad» por parte de los productores locales. Y aunque al ministerio le gustaría que más personas se interesaran, Rosa sostuvo que «hay un cierto movimiento» que muestra «proyectos más concretos» que podrían derivar en producción nacional.
Además, agregó que el MSP conversó con distintos laboratorios de la industria farmacéutica para que se encarguen de la producción del aceite de cannabis, pero no tuvieron resultados por ese lado. «En todo este tiempo el ministerio no ha estado quieto, ha buscado, estuvo moviéndose y recabando información», subrayó.
Asegurar la calidad Rosa hizo hincapié en que el cannabis uruguayo deberá tener la calidad asegurada, ya que será consumido «como si fuera una especialidad medicinal». Además, sostuvo que el producto tendrá que recibir un proceso de fabricación que dé garantías, por lo que las empresas que quieran producirlo deberán estar habilitadas por la cartera.
En ese sentido, explicó que la falta de controles podría derivar en dos escenarios: que la marihuana no produzca ningún efecto (placebo) o que «se pase para el otro lado» y sea perjudicial para la salud. «Una preocupación que tenemos es que la producción nacional tenga seguridad», sostuvo.
Galzerano, sin embargo, consideró que hay uruguayos que compran el aceite de cannabis de forma ilegal y no tienen certezas de qué consumen, por lo que el ministerio debe agilizar los procesos para que esto deje de suceder. «Quiero que haya calidad, pero que esto también se ajuste a lo que es la normativa legal que está vigente. Que se cumpla el decreto para que haya posibilidades de que esto avance», afirmó.