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Para los que ya han superado la primera cita, y unas cuantas más, aquí hay algunos consejos sabios para fortalecer la relación. Equilibrio: «El justo medio», que ya lo decía Aristóteles. Para que una relación sea sana debe existir un equilibrio de liderazgo y necesidad. El peso debe turnarse entre los dos.
Vivir juntos: es un riesgo. No hay que apresurarse, todo a su tiempo. La convivencia puede matar la pasión, pero lo importante es saber innovar y respetar los espacios (el propio y el del otro). La relación es una planta que hay que regar todos los días.
Mascotas: son los «hijos» de la relación. Es un elemento positivo, entretiene y supone un punto común. Lo importante es que los dos de la pareja estén de acuerdo en comprarlo, nunca se debe hacer nada por cumplir. Eso trae consecuencias.
Sexo: es un elemento vital. Aparte de ser una necesidad fisiológica, es la expresión más íntima del amor hacia otra persona. Todas las relaciones tienen épocas de decadencia por distintos motivos, y si la relación es muy larga, la pareja puede caer en la monotonía. Por ello, deben ambos buscar nuevas formas de sorprender al otro, e indagar para hacer de ello algo placentero y nuevo. Hoy día hay una gran cantidad de recursos para ello (juguetes sexuales, lubricantes, posturas nuevas, etc).
Orgasmos: las mujeres que fingen orgasmos es porque se sienten culpables, o porque no están disfrutando realmente del sexo. Antes de que esto suceda, la pareja debe comunicarse y no tener reparos en hablar claro con el otro. El sexo debe ser una vía de disfrute, no de malestar.
Chantajes y celos: hay personas más propensas a tener una personalidad celosa. En algunos casos, es casi inevitable, pero hay que ponerle barreras. No se puede ceder ante chantajes emocionales. Esto genera un desequilibrio de liderazgo en la pareja, y va creando fisuras.
Más que salud
Por Confirmado: Oriana Campos