Consejos para canalizar el estrés plítico

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Durante las últimas semanas, en nuestro país se han desarrollado una serie de protestas y manifestaciones públicas que «podrían generar o no estrés en la población», según María Elena Garasini, directora de la Escuela de Psicología de la Universidad Metropolitana (UNIMET).

Garassini afirma que lo que se evidencia en las calles de la ciudad podría ser catalogado como un «estrés selectivo», ya que hay personas que están acostumbradas a protestar en un tono político, reclamando sus derechos políticos, lo que generaría un distrés previo, debido a que sienten que sus derechos fueron vulnerados.

En general, las personas realizan largas caminatas, pasan horas sin comer y se generan una mayor resistencia al estrés que las personas más habituadas a la rutina y la cotidianidad.

Añadió la psicólogo que el estrés de corte político se forma cuando existen expectativas que no se cumplen, cuando uno tiene unas metas y condiciones a cumplir.

«El problema es la incertidumbre»

«La anticipación es uno de los mejores recursos para combatir el estrés (…) El problema del estrés político se cumple cuando no se generan las expectativas teniendo los recursos a la mano (…) Yo necesito el resultado. El problema es la incertidumbre», resaltó.

La psicóloga Garasini explicó que las marchas de corte político pueden generar estrés siempre y cuando la persona se vea expuesta.

«Si estoy en mi trabajo y cerca se está realizando una manifestación en un tono pacifico, eso a mí no me va producir estrés salvo si tengo que salir del edificio y no hay paso. Ahora si esta misma marcha la están reprimiendo con bombas lacrimógenas, por supuesto que eso sí me va producir muchísimo estrés, no solo porque están agrediendo a un grupo de personas, sino que de cierta manera me están agrediendo a mí porque el olor a gas llega a mi sitio de trabajo» aseveró la especialista adscrita a la Sociedad Venezolana de Psicología Positiva.

El estrés y sus niveles actuación en el individuo

Subrayó que existen varios niveles de estrés que podrían presentarse dentro de una movilización (incluso, dentro de la vida misma): mínimo, moderado y extremo. Detalló que esa distorsión en la rutina de las personas genera respuestas distintas en cada una.

«Las personas que son buenos en un ámbito, reciben muchos retos y los retos que pueden ser útiles son los que generan estrés moderado. Ese es aquél que me activa y me puedo manejar. Si no existe de esto, me laxo y no hago nada. Si es elevado, me paralizo y enfermo», aseveró y detalló que durante una movilización, las personas van a reaccionar de acuerdo «a sus experiencias previas y sus recursos personales, porque «algunos pueden paralizarse, otros no les van a parar y otros actúan y buscan soluciones».

Los más vulnerables

Con respecto a los niños, Garasini explicó que  la situación con ellos es un poco más delicada, debido a que los adultos manejamos una mayor información de lo que sucede. «Los niños muchas veces lo que hacen es exacerbar las conductas que ven en los adultos», afirmó la especialista.

Para las familias que vivan cerca de zonas conflictivas «como por ejemplo Altamira» lo más recomendable es mudar a niños a una zona más tranquila, debido a que ellos son más vulnerables e inquietos a lo que suceda en el entorno, sentenció la directora de la Escuela de Psicología de la UNIMET.

Además enfatizó que es importante no parar la rutina de los niños, ya que «puede ocurrir que a la hora de realizar las tareas con los niños empiecen a lanzar bombas lacrimógenas; eso definitivamente generaría un estrés tanto en los niños como en los adultos pues estaría afectando la vulnerabilidad física y psicológica de todos».

«Los niños son el mejor parámetro debido a que lo que funciona en ellos se puede aplicar y funcionar en los adultos» precisó la doctora.  Por lo que aseguró que  hay que mantener las rutinas positivas en la medida de las posibilidades: «no dejar de hacer nada bueno y muy importante, realizar las rutinas que generen bienestar como: sentarse a comer en familia, sacar a los niños al parque los fines de semanas, caminar, escuchar música. Si alguien cumple años no dejar de celebrar su cumpleaños», comentó la experta.

Cómo canalizar el estrés

Lo fundamental para sobrellevar este tipo de estrés político es acercarse a las rutinas que generan tranquilidad en el entorno. En tal sentido compartimos algunas de las recomendaciones que ofrece la Federación de Psicólogos de Venezuela (FPV) para el manejo actual de la crisis en Venezuela.

1.-Reduzca su exposición a programas de TV , prensa o mensajes electrónicos que contribuyan a la confrontación violenta, o la propicien en contenido o intención. Y tampoco sirva de medio para enviar mensajes cargados de odio e imágenes de violencia.

2.-Privilegie los aspectos positivos que caracterizan nuestra identidad como venezolanos, en las relaciones con las otras personas: la solidaridad, el respeto, la hospitalidad, el buen humor, la generosidad, la tolerancia, entre otros.

3.-Preserve o rescate sus espacios de intercambio más cercanos: familia, amigos, compañeros de estudio o trabajo, vecinos. No permita que las diferencias políticas lesionen sus vínculos o quebranten sus afectos.

4.-Rescate la reflexión crítica como individuo y no se permita solidaridades automáticas, emocionales, u obedientes no deliberantes.

5.-Respete la diversidad, la opinión de los otros, la pluralidad, y acepte que siendo distintos podemos funcionar en convivencia. Ser tolerante no implica estar de acuerdo ni ser débiles, sino permitirnos convivir en respeto aunque no siempre pensemos o sintamos igual. Impida hacer de la política su único o principal tema de conversación. No la descalifique, pero no la privilegie.

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