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La mayoría de personas no otorgan a sus pies la importancia que estos realmente tienen. Se trata de la base del cuerpo, de nuestro pilar fundamental y en muchos casos no los cuidamos como deberíamos, convirtiéndolos en los grandes olvidados del cuerpo y haciéndoles caso sólo cuando de verdad son un problema para nosotros o cuando vamos a tener que enseñarlos. Por contra, los profesionales indican que habría que revisar los pies de forma diaria para curar las heridas, ampollas, enrojecimientos y grietas que se hayan podido producir.
Remedios y consejos para aliviar el dolor de pies
Existen diferentes formas para lograr aliviar el dolor de pies. En primer lugar se deben seguir algunos consejos que si se ponen en práctica de forma diaria sin duda repercutirán de forma muy positiva en la salud de los pies de cualquier persona. El primero de ellos es que resulta básico el lavar los pies de forma diaria con algún jabón neutro y también con agua tibia a no más de 38 grados. El segundo pasa por cortarse las uñas de forma eficiente, rectas y nunca muy cortas. En tercer lugar, por supuesto, se debe de intentar elegir un calzado tan cómodo como sea posible y hay que ejercitar los pies en la medida en que se pueda.
Si pesas demasiado lo mejor para tus pies será que pierdas algo de peso, puesto que seguro que te lo agradecerán y si eres diabético, sin duda tendrás que tener mucho cuidado si los ves hinchados o con manchas alguna vez, acudiendo al médico si esto sucede. Además, si te has hecho una herida tienes que tener mucho cuidado con las infecciones y deberías curártela todos los días para mantenerla limpia y seca. Por último, siempre que puedas, duerme con los pies por encima de las rodillas y conseguirás activar la circulación.
Ahora bien, si los pies ya se encuentran doloridos, existen algunos remedios caseros que se pueden utilizar para intentar calmar estos problemas. En primer lugar se puede recurrir a baños de agua tibia con sal marina. Bastará con masajear los pies de forma suave y terminar aplicando agua fría. Así se conseguirá que la circulación fluya mucho mejor y se active. Después de esto se debe secar bien el pie para que no salgan grietas y aplicar alguna crema hidratante.
Otra opción muy interesante para el cuidado de los pies es la de aplicar baños de jengibre. Resulta sencillo realizarlos pues simplemente hay que rallar una cantidad de esta sustancia y mezclarla con agua hirviendo. Una vez la mezcla esté tibia se deben bañar y masajear los pies y la circulación se activará rápidamente. El aceite de ricino también es ideal puesto que un masaje con esta sustancia conseguirá que tus pies estén mucho más hidratados y acabará con cualquier tipo de irritación. Además otra opción interesante es la de realizar ejercicios con una pelota de tenis. Simplemente habrá que apoyarla en el suelo para más tarde masajear el pie utilizándola como especial artículo masajeador.
Tipos de zapatos que evitan dolores de pies
También existen algunos tipos de zapatos que son mucho mejores para los pies que otros. Sin duda existen algunas pautas que se deben de valorar a la hora de encontrar un buen calzado. En primer lugar cabe reseñar que para que no moleste a los dedos ni las uñas la parte de delante de un zapato siempre tiene que ser flexible y se debe de poder doblar como lo hacen las articulaciones de los dedos.
Por ejemplo, los zapatos de plataforma serían un ejemplo totalmente contrario de lo que sería bueno para los pies, ya que la mayoría de ellas son sólidas y nada flexibles y además, en la mayoría de los casos oprimen los dedos sobremanera. Por contra, los zapatos planos con acabados flexibles y suelas de calidad son una de las mejores opciones para evitar terminar el día con dolor de pies.
Además también es muy interesante que la parte de delante de los zapatos no sea muy prieta porque aunque hay zapatos que ceden también existen muchos que no lo hacen con el uso, así que lo mejor es que ésta sea redondeada. Si se van a elegir tacones, sin duda no deberían superar los 3 centímetros si se van a utilizar todos los días para caminar porque no sólo afectan a los pies sino que pueden provocar dolor incluso en el cuello. Por último, aunque los zapatos sean planos lo mejor será que la suela sea algo gruesa para lograr amortiguar los pasos y evitar que las articulaciones puedan sufrir ningún tipo de daño.
Saludalia