La Nacion /
El anuncio del embarazo de la estadounidense Serena Williams fue recibido con sorpresa, pero lo que causó más furor fue el mensaje claro y simple que acompañaba su imagen: «20 semanas». De fondo aparecía ella con su incipiente barriga, característica de una mujer de cinco meses de gestación, pero fue el tiempo que lleva esperando a su hijo lo que llamó más la atención.
Ese dato implicaba un hecho que muchos consideran sorprendente: la menor de las hermanas Williams había ganado el Abierto de Australia ¡embarazada de dos meses!
Pero lo que parece elevar a una nueva dimensión ese logro, que de paso ya fue histórico al convertirse en la tenista que ha ganado más torneos Grand Slams con 23, en realidad no debiera percibirse como algo sobrenatural,
Serena Williams posó frente al espejo para dar la noticia.. Foto: LA NACION Ni siquiera porque la tenista estaba en el que se considera el momento más delicado de la gestación , que es desde que se concibe el feto hasta los tres meses. Según le explicó a BBC Mundo el ginecólogo catalán Joan Ot Serra, ese tiempo de precaución es un dato generalizado, pero que no abarca todas las mujeres.
Es más, aclaró, los doctores suelen recomendar a las mujeres embarazadas mantenerse activas físicamente. El barómetro de hasta qué punto depende de cada persona, pero lo importante es que no afecte la salud de la futura madre o del feto .
«Todo es relativo y no se puede generalizar. Hay que tener sentido común e individualizar cada caso», expresó el doctor Serra cuando conversó con BBC Mundo para hablar del caso de la jinete estadounidense Rosie Napravnik.
La amazona acaparó titulares en octubre de 2014 cuando tras ganar la prueba Distaff de la famosa Breeders’ Cup en Estados Unidos anunció que se retiraba indefinidamente de las carreras de caballos ya que estaba embarazada de siete semanas.
«Si una persona se encuentra perfectamente bien puede soportar un esfuerzo físico mayor, que por lo general ya formaba parte de su rutina antes del embarazo», dijo el ginecólogo catalán.
Todo lo contrario Está claro que no todos los cuerpos reaccionan de manera igual y como lo advirtió la corresponsal en salud de la BBC, Philippa Roxby, hay muchas mujeres a las que durante los primeros meses de embarazo les resulta un desafío cualquiera de la rutina diarias que hacían antes.
«Eso se debe a que el cuerpo de la mujer está atravesando una enorme transformación fisiológica», explicó Roxby. «Incluso antes de poder identificar cualquier parte del feto, se produce un descontrol hormonal que causa dramáticos cambios en la forma en la funciona el cuerpo».
El doctor Serra considera que la primera recomendación que se puede hacer es «evitar los deportes de riesgo donde hay más posibilidades de que pueda haber una pérdida de sangre o aborto».
«Pero es importante diferenciar que el riesgo es más por la posibilidad de que ocurra un accidente que por la actividad en sí», aclaró. Algo que en el caso de Serena Williams estuvo en todo momento controlado.
Para la profesora Janice Rymer, del Real Colegio de Obstetricia y Ginecología de Reino Unido, «los deportistas de élite reciben un programa de entrenamiento y un plan de nutrición individualizado por un equipo de especialistas».
«Hacer mucho ejercicio alrededor de las ocho semanas de gestación no debe afectar a estos atletas o aquellos que están acostumbrados a una rutina de ejercicios», aclaró.
De hecho, señaló la profesora, «durante las primeras semanas de embarazo las hormonas ofrecen un importante estímulo al rendimiento ya que la producción natural de esteroides de las mujeres aumenta levemente».
«Hay muchos beneficios de mantenerse activa durante el embarazo como la reducción de fatiga, menos dolor de espalda, várices o hinchazón de los tobillos», fue su consejo. «Lo que está claro que a la mínima pérdida de sangre o malestar se debe detener la actividad física y priorizar el reposo», concluyó.
En esta nota: Serena Williams LA NACION Sociedad Ejercicio