El Observador / La cocina y la gastronomía han sido parte esencial de la televisión desde tiempos inmemoriales. Sea a través de la enseñanza, el procedimiento de recetas o documentales que llevan a chefs a lugares remotos, la televisión ha forjado celebridades entorno a ollas y tablas de picar. Y la televisión por streaming ha seguido esa tendencia a su manera.
Netflix había estrenado el año pasado Chef’s Table, una miniserie que continuó este año y a la que se le acredita haber revolucionado la manera en que se cuenta la historia de un chef y su cocina gracias su trabajo cinematográfico.
Esta serie de seis episodios por temporada se mete en la cocina de seis reconocidos e innovadores chefs de diferentes partes del mundo, con la intención de revelar no solo la manera en que han adaptado la técnica culinaria a su personalidad y han desarrollado sus restaurantes, sino también sus orígenes, sus influencias, ambiciones y objetivos.
«La comida es una increíble institución humana. Cuando aprendimos a cocinar fue cuando nos convertimos realmente en humanos. Pero, creo yo, que perdimos contacto de cómo esa comida llega a nuestras mesas» – Michael Pollan autor, creador de Cooked
Contrariamente a otros programas de cocina, esta serie no se dedica tanto a explicar cómo sabe un plato, sino mostrar su concepción, los desafíos para lograrlo, la manera en que cada ingrediente se conjuga con el otro y, finalmente, su presentación. Cada uno de los protagonistas crea arte en cada plato, y es en ese momento que Chef’s Table brilla.
En su primera temporada mostró cómo el argentino Francis Mallmann utiliza el fuego para brasear cordero en la Patagonia, o cómo la chef Niki Nakayama tuvo que vencer el prejuicio de su propia familia para tener su propio restaurant en Los Ángeles y modernizar el kaiseki, una modalidad tradicional de cocina japonesa.
En su segundo año tuvo como gran destacado al chef estadounidense Grant Achatz, un referente de vanguardia en la cocina molecular que logró superar un cáncer en la boca. Le siguen el brasileño Alex Atala, encargado de representar a su país en sus platos e ingredientes, al mismo tiempo que aboga por la sustentabilidad de la cocina; y Dominique Crenn, dueña de dos estrellas Michelin, que toma inspiración de su infancia en Francia para crear espectaculares platos.
Chef’s Table se ubica en lo más vanguardista y exclusivo de la cocina actual, pero hay otro programa que se concentra en las cocinas cotidianas de todo el mundo.
Volver a la esencia Cooked trailer
En 2013 el autor y periodista Michael Pollan editó Cocinar. Una historia natural de la transformación, un libro donde explora su propio aprendizaje de la cocina, dividido según los cuatro elementos: fuego, agua, aire y tierra. Pollan afirma que es en la cocina cuando el hombre se formó verdaderamente como tal, y en la era de la industrialización, la relación intrínseca entre el hombre y su alimento comenzó a alejarse. La intención del autor es precisamente volver a las cocinas, tener un contacto más directo con los ingredientes y recuperar tradiciones pasadas de generación en generación.
Este año ese libro se transformó en una miniserie de Netflix bajo el nombre de Cooked. Siguiendo el mismo formato de la publicación, el programa ofrece una mirada antropológica de la cocina, entrecruzada con anécdotas situadas en diferentes puntos del globo y una reflexión del estado actual de la alimentación.
Esta serie se ubica dentro del rango más informativo y educativo de los productos televisivos gastronómicos, pero cumple de igual manera con la obligación de hacer agua la boca de la audiencia.