El Observador / La maternidad produce cambios a todo nivel, entre los que se cuentan la producción de hormonas, además de modificaciones a nivel biológico y físico. Sin embargo, algo que hasta ahora se ignoraba y que se reveló hoy son los cambios producidos a nivel cerebral.
Un estudio realizado a lo largo de cinco años con un grupo de madres y padres, así como con otras que no habían atravesado ese proceso, y determinaron una serie de cambios que se prolongan hasta dos años después del parto.
La investigación, realizada por la Universidad Autónoma de Barcelona, determinó que la materia gris (la zona del cerebro encargada del procesamiento de información y razonamiento) se reduce en aquellas áreas destinadas a las relaciones sociales. Esto se activa cuando la madre ve al bebé, lo que indica una adaptación para comprender mejor las necesidades del infante y protegerlo de mejor forma, además de favorecer el vínculo afectivo con el niño.
Este cambio se da solo en las madres, por lo que los científicos lo asociaron con un proceso natural del cuerpo, y no con los cambios psicológicos que experimentan tanto los padres como las madres.
Por otra parte, los cambios se produjeron tanto en mujeres que habían concebido de forma natural, como en aquellas que habían atravesado procesos como la fecundación in vitro.