Semana / Un interesante estudio analizó lo que 1.200 pacientes de infarto hacían una hora antes del suceso. El análisis concluyó que la mayoría estaban cargados emocionalmente, ya fuera con enfado o amargura, lo que indica que este tipo de emociones podría doblar el riesgo de sufrir un ataque cardiaco. Pero lo más sorprendente fue encontrar que la combinación de enfado con ejercicio intenso triplicó el riesgo del evento coronario. Los resultados fueron consistentes en los 52 países donde se estudió la muestra, aun cuando se controlaron otras variables como la obesidad y la hipertensión. El estudio fue publicado en la revista Circulation.