Confirmado / A nadie le he oído decir que va a perder 10 kilos y que luego va a recuperarlos. Sin embargo, eso es lo que pasa muchísimas veces.¿Por qué? Porque todas queremos perder muchos kilos muy, muy deprisa. ¿Y cómo se consigue eso? Con dietas bajísimas en calorías o que eliminan grupos enteros de alimentos. ¿Que no funcionan a la larga? «No importa», pensamos. «De momento, voy a adelgazar y luego ya me preocuparé de no volver a engordar».
Esa es justo la fórmula de las dietas yo-yo. ¿El efecto a largo plazo? Que reducen progresivamente el porcentaje de masa muscular y aumentan el de masa grasa. Como el músculo quema más calorías que la grasa incluso cuando estamos en reposo, ya tenemos la receta para engordar más fácilmente con las mismas calorías.
La pregunta del millón es: ¿Quiero eso para mi futuro? Estas ideas pueden evitar que añadas kilos con cada dieta que haces:
Fíjate en cosas que puedes cambiar, no en el peso. Caminar una hora al día, llenar la mitad del plato con ensalada o verduras, empezar la comida con una sopa, cambiar los dulces por frutas… son una meta mucho más concreta que la idea general de «perder peso». ¡Lo de adelgazar vendrá como consecuencia!
Aprende a identificar las situaciones que te hacen comer más. Puede ser el estrés, el cansancio, la falta de sueño, muchas horas sin comer nada… Una vez las tengas identificadas, piensa en estrategias para controlarlas. Una manzana a media mañana, respiración profunda, un paseo reconfortante por la tarde… te ayudarán a resistir esos ataques de hambre.
No te montes expectativas irreales. La desilusión por no haber perdido el peso que esperabas o la idea equivocada de que adelgazar te ayuda a ser más feliz pueden hacerte tirar la toalla y recuperar los kilos perdido. El consejo de los expertos: sigue una dieta sana y equilibrada, relájate y espera a ver los resultados, que serán buenos con toda seguridad.
No pienses en términos de «todo o nada». Tomar un helado o un trozo de chocolate de vez en cuando no significa que todo está perdido. Puedes contrarrestar un pequeño capricho en la comida siguiente o moviéndot un poco más durante el día. ¡Tener un plan B forma parte de las dietas inteligentes!
Marisol Guisasola