Version Final / Ante cualquier emergencia o problema que surja en casa es conveniente conocer varios usos alternativos de productos convencionales que nos pueden ser de gran utilidad en más de una ocasión.
El portal web Mejor con Salud explicó que, en nuestro día a día se nos pueden presentar pequeños problemas que, si bien son leves, requieren atención inmediata para que no pasen a ser algo más complicado.
Para muchos es bastante estresante no saber cómo atender una emergencia hogareña sin necesidad de acudir a productos costosos o profesionales.
Aunque en ocasiones parece que es la única solución, en realidad existen trucos caseros que pueden ayudar a solucionarlo sin gastar de más.
Y es que, a pesar de que durante algún tiempo lo hemos ignorado, en la despensa hay productos y utensilios que pueden hacer todo más sencillo.
A continuación vamos a revelar 8 interesantes trucos para casos de emergencia.
1. Agua oxigenada para las infecciones por aretes
La mayoría de las mujeres han presentado infecciones y reacciones alérgicas por usar aretes y pendientes de materiales distintos al acero inoxidable o el oro.
Sabiendo que esto puede provocar comezón, inflamación y malos olores, lo mejor es atenderlo de inmediato con un poco de agua oxigenada.
Este producto tiene propiedades antisépticas y antibacterianas que ayudan en la limpieza de la zona para controlar el problema.
2. Bicarbonato de sodio para las manchas de aceite Las manchas de aceite sobre las superficies de tela pueden convertirse en un desastre cuando no se atienden de forma inmediata.
En lugar de recurrir a agresivos productos químicos, esparce un poco de bicarbonato de sodio para absorber las sustancias oleosas.Este producto facilita la eliminación de la mancha y evita que se queden adheridas en la prenda.
Basta con frotarlo con un cepillo suave durante dos minutos para potenciar sus efectos.
3. Jabón antibacteriano como desodorante
El jabón antibacteriano es una buena alternativa cuando no tenemos un desodorante a mano. Este producto evita la proliferación de bacterias en las axilas y, por lo tanto, previene los malos olores.
4. Miel de abejas para las quemaduras La miel de abejas es una gran solución natural contra las quemaduras superficiales causadas por el sol o alguna fuente de calor del hogar.
Sus propiedades antibióticas desinfectan las heridas y contribuyen a reparar la piel dañada para evitar manchas y cicatrices .
Tras aplicarse sobre la zona lesionada, extrae los fluidos de los tejidos y remueve las impurezas que quedan por la quemadura.
5. Bolsas de té de manzanilla para las ojeras
La manzanilla es una planta antiinflamatoria y relajante que disminuye el tamaño de las ojeras y bolsas que se forman en el contorno de los ojos.
Su uso directo sobre los párpados minimiza el oscurecimiento y activa la circulación para conseguir una mirada más fresca y descansada.
Los efectos son aún mejores si se introducen en el refrigerador momentos antes de ponerlas sobre las zonas afectadas.
6. Compresas frías para el sangrado de la nariz El sangrado nasal es alarmante pero, en realidad, son muy pocos los casos en los que indica un problema grave.
Por lo general se produce cuando la membrana mucosa de la nariz se reseca y se endurece, causando un agrietamiento que ocasiona la hemorragia.
Para solucionarlo en cuestión de minutos, pon una compresa fría sobre el puente de la nariz y déjala actuar unos inst antes.
7. Aceite de árbol de té para los hongos en las uñas
Los hongos en las uñas son antiestéticos y pueden provocar debilitamiento, inflamación de la piel circundante y hasta pérdida total de la uña.
El aceite esencial de árbol de té es un poderoso antimicótico y antibacteriano que, aplicado de forma directa, elimina el hongo de raíz.
Procura usar solo una o dos gotas para evitar reacciones no deseadas; otra opción es diluir unas 6 gotas en agua para remojar los pies.
8. Patatas para heridas superficiales Las patatas tienen una poderosa acción antiinflamatoria y antiviral que favorece la recuperación de heridas superficiales en la piel.
Gracias a estas propiedades disminuyen la sensación de dolor e impiden el crecimiento de microorganismos en la zona afectada.
Se debe aplicar de forma directa sobre la herida limpia y, para mejores resultados, cambiarse cada cuatro horas.
Su uso continuo estimula la reparación celular y ayuda a impedir las cicatrices, manchas y otros tipos de marcas.
Como acabas de notar, con ingredientes muy básicos puedes tratar pequeños problemas de los que ninguno estamos a salvo.
Tenlos en cuenta a partir de ahora y deja de complicarte.