El Financiero / LONDRES.- El número de adultos que padecen diabetes en todo el mundo se ha cuadruplicado en menos de cuatro décadas a 422 millones de personas y la enfermedad se está convirtiendo en un problema grave en los países más pobres, indicó un estudio de la Organización Mundial del la Salud (OMS).
En uno de los mayores estudios realizados hasta la fecha sobre las tendencias de la diabetes , los investigadores indicaron que el envejecimiento de la población y el aumento de la obesidad en el mundo implican que la enfermedad se esté convirtiendo en «un tema decisivo para la salud pública global».
El estudio reveló que entre 1980 y 2014 la diabetes se volvió más común en hombres que en mujeres y que la tasa de enfermos aumentó significativamente en muchos países con bajos y medianos ingresos, como México, China, India, Indonesia, Pakistán, Egipto.
El mundo es más ‘gordo’ y México es más ‘gordo’ que el mundo Atención a diabetes, con más presupuesto que PGR o la Marina Lanzan vacuna contra la diabetes La diabetes tipo 2 es una enfermedad a largo plazo que se caracteriza por la resistencia a la insulina. Los pacientes pueden controlarla con medicamentos y siguiendo una dieta, pero la enfermedad a menudo suele afectar durante toda la vida y puede provocar ceguera, insuficiencia renal, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y la amputación de extremidades pequeñas.
«La obesidad es el factor de riesgo más importante para la diabetes de tipo 2. Nuestros intentos de controlar las tasas crecientes de obesidad hasta el momento no han tenido éxito», dijo Majid Ezzati, profesor en el Imperial College de Londres, quien dirigió la investigación de la OMS .
Publicado en el periódico The Lancet un día antes del día de la Salud Mundial de las Naciones Unidas, el estudio fue realizado con datos procedentes de 4.4 millones de adultos en diferentes regiones del mundo para estimar la prevalencia de la diabetes según la edad en 200 países.
Margaret Chan, directora general de la OMS , dijo que los resultados mostraron una necesidad urgente de eliminar las dietas poco saludables y ciertos estilos de vida. «Si lo que queremos es detener el aumento de diabetes necesitamos recapacitar sobre nuestra vida diaria: comer sano, realizar actividad física, evitar el excesivo aumento de peso», dijo en un comunicado procedente de la sede de la OMS en Ginebra.
El estudio también mostró que las tasas más bajas de diabetes se hallaron entre habitantes del noroeste de Europa, con una prevalencia ajustada por edad inferior al 4 por ciento entre las mujeres y del 5-6 por ciento entre los hombres, en países como Suiza, Alemania, Austria, Dinamarca, Bélgica y Países Bajos.