El Informador / CIUDAD DE MÉXICO (16/JUN/2016).- En México una de cada tres personas es intolerante a la lactosa y aunque en el mercado existen diferentes variedades de leche deslactosada, su sabor en exceso dulce aleja a los consumidores de estos productos.
«Aunque por mucho tiempo la leche deslactosada ha sido el segmento con más crecimiento en el mercado, aún existe gran número de personas que no gustan del sabor dulce de este producto y ante ello terminan reduciendo o eliminando del todo el consumo de leche», expresó Daniel Guerrero, responsable del área de Nutrición del Grupo Lala.
Debido a esta condición, tres de cada cuatro mexicanos no logran cubrir de manera suficiente el calcio diario recomendado, agregó.
La lactosa es el azúcar presente en la leche de cualquier mamífero y al haber una deficiencia en la producción de la enzima lactasa que sirve para absorberla en el organismo, se producen malestares como inflamación y gases.
Mencionó que dos porciones de leche al día aportan 44 por ciento de la ingesta de calcio y 23 por ciento de proteína, del consumo diario recomendado.
Para lograr ese aporte de calcio mediante otros alimentos se necesitaría consumir 16 tortillas de maíz o cinco tazas de brócoli cocido al día.
Durante el lanzamiento de la nueva línea Lala 100, Daniel Guerrero mencionó que México está 40 por ciento por abajo del consumo percápita recomendado, ya que se beben 110 litros por persona al año, frente a los 182 que se sugieren.
Destacó que esta cifra es menor a los 142 litros percápita de refresco que se consumen en nuestro país, mientras que de cerveza se consumen 62 litros por persona al año.
Por su parte Lucía Dourritzague, directora de Innovación de dicha empresa láctea, detalló que la nueva línea de productos ofrece 70 por ciento más proteína natural y 30 por ciento más calcio, lo cual contribuye a tener músculos y huesos más sanos.
Manifestó que Lala 100 sin lactosa es la primera leche en México sin ese azúcar, siendo la mayor innovación en los últimos 20 años en este sector.
Explicó que este producto es diferente a la leche deslactosada, pues lleva un proceso de ultrafiltración que separa la lactosa de la leche y hace que se pueda retirar.
Mientras que a la deslactosada se le agrega la enzima lactasa para separar la lactosa y es precisamente ese método el que la hace más dulce.
Las proteínas y el calcio que contiene la nueva línea en su versión normal y sin lactosa, ambas en versiones parcialmente descremada y reducida en grasas no son añadidos, sino que forman parte del lácteo natural que se conserva con la nueva tecnología de ultrafiltración.