Las personas más vulnerables a padecer deshidratación aunque no lo creas son los adultos mayores, y esto se debe a que no toman la cantidad necesaria de líquidos.
Según Miguel Gálvez Cano, Médico Geriatra y Docente de la Universidad Cayetano Heredia, las personas que se encuentran en el rango de la tercera edad tienen mayores niveles de deshidratación que los jóvenes, porque lamentablemente pierden el reflejo de la sed ocasionando que tomen menos líquido. Otro factor es que pueden tener problemas de incontinencia urinaria.
Enfermedades comunes Las personas de la tercera edad atraviesan cambios renales asociados al envejecimiento o la aparición de enfermedades como la diabetes e hipertensión, esto podría afectar al riñón y por eso tendrían dificultades en drenar el líquido logrando que padezcan de deshidratación.
«Es decir, si un joven se deshidrata levemente y toma agua, su riñón no se verá afectado, mientras un adulto mayor en caso de deshidración su riñón sí se verá afectado y puede tener síntomas como falta de concentración, somnolencia y desorientación», indicó.
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