Miami |
Mientras el virus del Zika continúa su rápida propagación por el continente americano, los científicos se afanan en tratar de entender cómo prevenir, tratar y diagnosticar esta nueva amenaza transmitida por mosquitos.
No hay vacuna contra el zika, al que las autoridades estadounidenses de salud describieron como un «nuevo» virus que se ha expandido velozmente en los últimos años y que está vinculado a daños cerebrales en recién nacidos.
Sin importar lo rápido que actúe el mundo, no habrá una vacuna disponible durante años, dijo Anthony Fauci, jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (Niaid) de Estados Unidos.
«Este es un virus nuevo así que antes de este momento, realmente no hicimos nada respecto al zika», indicó Fauci.
Tampoco hay ninguna vacuna en el mercado contra el virus del dengue, que proviene de la misma familia de flavivirus.
El Gobierno de Estados Unidos está llamando a hacer toda clase de investigaciones sobre el zika y creará un fondo de 97 millones de dólares para financiar diversos estudios, desde cómo se contagia a cómo provoca la enfermedad y de qué forma controlar al mosquito que lo transmite, el Aedes aegypti.
«Los investigadores del Niaid están trabajando en posibles vacunas para prevenir la infección con el virus del Zika», agregó.
«Nuestra ventaja es que ya tenemos plataformas de vacunas para usar como una suerte de trampolín», dijo, mencionado dos líneas de investigación basadas en estudios previos sobre vacunas para los virus del dengue y del Nilo Occidental.
«Aunque estas aproximaciones son promisorias, es importante comprender que no tendremos disponible una vacuna segura y efectiva para el zika este año y probablemente tampoco en los próximos años», agregó.
De leve a grave
El zika fue identificado por primera vez en 1947, y provocó su primer caso en humanos en 1952 en Uganda. Sin embargo, la mayoría de los casos fueron leves, con fiebre y picazón, así como enrojecimiento de los ojos algunas pocas veces.
Las autoridades sanitarias apenas se dieron cuenta de su existencia hasta un brote en la isla Yap en la Micronesia, en el Pacífico, en 2007.
Se culpa al brote que comenzó el año pasado del incremento de niños con malformaciones en Brasil, donde miles de bebés han nacido con microcefalia, enfermedad incurable y a veces fatal.
«La propagación del virus del Zica en América y sus efectos en los embarazos son eventos nuevos en los que estamos trabajando para comprenderlos mejor», dijo Anne Schuchat, subdirectora general del Centro Nacional de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Las autoridades de salud han detectado también un incremento del síndrome de Guillain Barré, un inusual desorden neurológico en el que se daña el sistema inmunológico de las células nerviosas, provocando debilidad muscular y en algunos casos parálisis.
«El virus se está propagando en América y prevemos que más países se verán afectados», advirtió Schuchat.