Es muy común decir que cuando falla la química, se necesita la prótesis de pene. En múltiples ocasiones los pacientes no responden a los mismos tratamientos, incluso con la estelar pastilla de viagra; pero ya, al día de hoy, se puede generalizar entre los médicos, que la disfunción eréctil tiene solución. Por supuesto, con el atributo extra de proveer una felicidad emocional deseable.
«En el varón, la disfunción eréctil constituye la incapacidad de tener y sostener una erección por el tiempo requerido para satisfacer a su pareja y a su persona. En Estados Unidos, uno de cada cinco varones mayores de 50 años va a tener esta condición. No quiere decir que no haya disfunción en menores de esa edad. La primera línea de tratamiento a los pacientes con disfunción es consejería porque cambiando estilos de vida se mejora la función eréctil. Esto es, hacer ejercicios, disminuir ingesta de carbohidratos y grasas y el fumar que deteriora grandemente esta función al igual que el alcohol en exceso», declaró el urólogo Dr. Luis R. Ambert.
La segunda línea de tratamiento sería el uso de medicamentos, aparte del examen físico y laboratorio, así como estar seguro que no hay una enfermedad que esté manifestándose con el síntoma de disfunción eréctil. Es bien importante la supervisión médica, no sea que tenga el paciente una diabetes con la azúcar descontrolada, problemas con la tiroides, trastornos hormonales o enfermedades cardíacas.
«Cuando los métodos conservadores y médicos fallan, pues en este momento, es que entran los distintos tratamientos quirúrgicos como son las prótesis de pene. En este momento el urólogo tiene que estar envuelto. Es el profesional de la salud que efectúa este tipo de cirugías. Hay entonces, dos tipos de implantes: las prótesis maleables y las inflables. La prótesis maleable se compone de dos varetas como comúnmente se las llama, las cuales moldean el pene de su forma flácida a su forma de erección y esto se hace manualmente sin ningún tipo de medicamento, aparte de la prótesis», explicó Ambert.
El pene se compone de tres córporas: la córpora espongiosa, es decir, el caño de la orina y el glande. Las otras dos se conocen como las córporas cavernosas que son las responsables de dar la erección al pene cuando se llenan de sangre durante el estímulo sexual.
«En estas córporas cavernosas se implantan las prótesis. Las prótesis maleables están compuestas de un metal cilíndrico revestido de silicón y esta le da la rigidez al pene. Viene de distintos tamaños para ajustarse a cada paciente. La prótesis inflable o la famosa bombita que se trata de un sistema hidráulico, se inserta en las córporas cavernosas al igual que las maleables, pero con la diferencia de que se alcanza una erección con el uso de salina y la bomba. La bombita está dentro del escroto y el paciente tiene que manipularla para activar y desactivar la prótesis», agregó.
La erección producida por los implantes al ser artificial dura el tiempo que el paciente y su pareja deseen. Por tal razón, la pareja y el paciente alcanzarán la satisfacción sexual sin problema alguno y cuantas veces deseen, recalcó el doctor. Estas prótesis de pene se implantan en sala de operaciones con anestesia y usualmente el procedimiento tarda entre una hora y hora y media. En la mayoría de los casos, el paciente es dado de alta ambulatoriamente y puede orinar normalmente.
Se le da una cita de seguimiento en una o dos semanas y podrá usar su prótesis al cabo de seis semanas. Estas prótesis son garantizadas de por vida, aunque un pequeño por ciento requerirá cirugía subsiguiente. El consultorio del Dr. Luis R. Ambert ubica en la carretera 21, frente al Hospital Metropolitano, en Las Lomas. Información adicional al 787-781-1005.
Esta nota aparece en la edición impresa de El Vocero.