Londres |
Un bebé que murió 74 minutos después de su nacimiento se convirtió en el donante de órganos más joven del Reino Unido, informó ayer la BBC.
Los padres de la pequeña Hope Lee sabían desde hacía meses que su tiempo de vida sería breve debido a una enfermedad mortal del cerebro y el cráneo, conocida como anencefalia.
Por este motivo, Emma y Andrew Lee acordaron que los riñones de Hope serían utilizados para que otra persona enferma pudiera recibir un trasplante.
Los padres de Hope, quien nació una semana antes que su hermano gemelo Josh, descubrieron que el bebé tenía anencefalia en la decimotercera semana de embarazo, pero aun así no quisieron abortar.
El padre relató que vivieron un momento «muy triste», pero explicó que toda su familia está inscrita para la donación de órganos.