Cuando un paciente es diagnosticado con diabetes ocurre un impacto emocional porque para esa persona es como si le estuviesen diciendo que tiene cáncer, esto debido a que piensa que la enfermedad es un impedimento para llevar un ritmo de vida normal.
Pero esto no es así, pues Ingrid Yépez de la Sociedad Venezolana de Endocrinología y Metabolismo (SVEM), aclara que más que una enfermedad, es una condición que al ser tratada permitirá a la persona llevar un ritmo de vida normal.
En este sentido Joalice Villalobos, endocrinóloga pediatra, afirma que desde el momento en que una persona es diagnosticada con diabetes, inicia un proceso de aprendizaje que podría ser considerado muy laborioso. Tiene que empezar a autoanalizarse, principalmente midiendo su glicemia, debe adaptar las indicaciones de su tratamiento dietético y farmacológico a su ritmo de vida, e incluso aprender las técnicas de autoinyección, en caso de que deba tratarse con insulina.
«Una de las dificultades más importante en el manejo de esta condición es que existe la falsa creencia de que un paciente con diabetes siempre va a tener glicemias elevadas», asegura Villalobos, quien asevera que con un adecuado manejo la persona puede mantener sus valores de azúcar en la sangre lo más cercano a lo normal, ya que este es el factor más importante para prevenir las complicaciones crónicas.
En Venezuela existen más de 150.000 pacientes con diabetes, de los cuales 50% no saben que padecen la enfermedad, afirma Yepéz, quien agrega, que la obesidad es el factor de riesgo principal para el desarrollo de la Diabetes Mellitus tipo 2, además de la herencia familiar.
Es por ello que para revertir o prevenir los efectos de la diabetes, los galenos recomiendan enfocarse en tres áreas principales: control de peso, actividad física y una dieta saludable.
«La persona con diabetes puede comer casi todo pero de forma balanceada», comenta Yépez, quien destaca que una dieta ideal debe estar compuesta por carbohidratos en (60%), mientras que el restante 40% debe estar contenido entre grasas y proteínas.
Con respecto a los carbohidratos, estos deben ser los de absorción lenta, los cuales se encuentran presentes en las mayorías de verduras y granos como plátanos, yuca, papa, caraotas, frijoles y lentejas.
La recomendación es dividir el plato en dos partes, la más grande será utilizada para verduras y vegetales cocidos o crudos, mientras que el espacio restante será rellenado con proteínas y grasas.
Yépez sugiere una ensalada de lechuga, tomate y cebolla, combinada con un pollo guisado u horneado, además de yuca sancochada, granos, frijoles, media taza de arroz o pasta.
Entre los alimentos que los pacientes deben evitar se encuentran las bebidas gaseosas, helados, chucherías y comidas rápidas, ya que estas contienen altos niveles de sal, grasa y carbohidratos no saludables.
Cuerpo en movimiento
El ejercicio también es uno de los pilares fundamentales en el manejo de la diabetes. Está demostrado que mejora el control glucémico, disminuye los factores de riesgo cardiovascular y contribuye a la pérdida de masa corporal.
La recomendación para adultos es realizar al menos 150 minutos por semana de actividad física aeróbica, de moderada a intensa, y en niños se debe estimular a realizar al menos 60 minutos diarios.
En cuanto a las visitas al médico, la doctora Villalobos recomienda que un paciente con diabetes bien autocontrolado asista a consulta cada tres o cuatro meses. La frecuencia puede ser mensual en caso que la persona esté iniciando su tratamiento o que por diversas circunstancias no lleve un buen control.
El próximo 14 de noviembre es el Día Mundial de la Diabetes, y en el parque Vizcaya de El Hatillo se estará realizado una jornada de despistajes y charlas educativas promovidas por Fenadiabetes.