Una vida sexual activa no solo nos brinda placer, sino también salud física: reduce el estrés y la ansiedad, ayuda a quemar calorías, nos pone de buen ánimo e incluso nos hace sentir más linda. Si es así ¿por qué muchas veces no queremos tener sexo? ¿Por qué en ocasiones no queremos saber nada del tema? Consultamos con los expertos del Club Médico Deportivo Bodytech y te explicamos algunas de las posibles razones.
1. Cansancio: trabajar en exceso, ya sea en la casa o fuera de ella, nos hace sumir en un cuadro de fatiga crónica. ¿Sus síntomas? Irritabilidad, ansiedad por los alimentos salados, problemas digestivos y, por supuesto, falta del deseo sexual. Para contrarrestar el cansancio, se debe tener una dieta sana y balanceada. Puedes complementarla con suplementos de magnesio y vitaminas C y D.
2. Estrés mental o emocional: el estrés o la depresión son grandes enemigos del deseo sexual. Para superar estos estados, es bueno que puedas compartir tus inquietudes con otras personas o con un especialista como un psicólogo. Y aunque te parezca un consejo muy manido, en verdad sí sirve incorporar el deporte en tu rutina: al practicarlo liberas endorfinas (la también llamada «hormona de la felicidad»).
3. Pastillas anticonceptivas: muchas mujeres que las usan se quejan del poco deseo sexual que sienten. Ocurre que las hormonas que contienen los anticonceptivos anulan la ovulación y cambian los niveles de testosterona, o la hormona del deseo y elevan los niveles de estrógeno. Consulta con tu ginecólogo, hasta encontrar la pastilla indicada para ti u opta por otras opciones como el DIU, el diafragma, el condón, entre otros.
4. Problemas de pareja: la comunicación es la base para resolver los problemas de pareja. Si alguno de los dos o ambos tienen dificultades, estos se reflejarán en el sexo. Siempre di lo que sientes o pregunta si todo está bien con la otra persona. Si no pueden resolverlo por sí mismos, pueden acudir a terapia de pareja.
5. Enfermedad: algunas enfermedades como la diabetes o el cáncer, que requieren de medicación fuerte para su cura, suelen disminuir el deseo sexual . También los padecimientos de tensión o del corazón pueden producir estrés y agotamiento que inhiban la libido. Acude a tus chequeos médicos siempre y pregúntale a tu doctor cómo puedes hacer para recuperar tu vida sexual.
6. Baja autoestima: cuando tenemos una apreciación negativa de nuestra imagen, nuestro mundo se pone de cabeza. No nos sentimos atractivos y podemos sentir vergüenza de, por ejemplo, mostrar nuestro cuerpo desnudo. Lograr la aceptación, ante todo depende de un proceso de cambio interior. Para ello, es una buena opción ir con un psicólogo y saber en verdad qué es lo que anda mal en ti.