La menopausia es un período normal en el ciclo vital de la mujer. Los cambios físicos, psíquicos y sociales que se presentan en esta etapa hacen parte de su esencia, lo interesante es aceptar que aunque se pierde la función reproductiva hay ganancias en otros aspectos.
Con la colaboración de Dra. Rocío Guarín Serrano, Ginecóloga, obstetra.
Magíster en Salud Sexual y docente universitaria.
Entre los 48 a los 52 años de edad las mujeres experimentamos cambios físicos que obedecen a la baja en la producción de las hormonas femeninas, estrógenos y progesterona. Es normal y muy común sentir en esta etapa las llamadas ‘oleadas de calor’, pérdida de elasticidad en la mucosa de la vagina y pérdida de colágeno que ocasiona una piel más pálida y poco flexible, además, nos sentimos emocionalmente más irritables, con tendencia a la depresión y alteración en el sueño, como insomnio.
Sin embargo, estos cambios dependen en gran medida de cómo recibimos este ciclo.
Cuando la mujer recibe la menopausia con naturalidad – dice la experta – y se siente más dueña de sí misma y de sus decisiones, los efectos de los cambios hormonales son mínimos y, por el contrario, refiere pocos síntomas, puede incluso vivir a más plenitud su sexualidad y aumentar su vida social con sus amigas disfrutando de actividades que le son placenteras y que antes no realizaba por estar pendiente de sus hijos.
Es indispensable vivir este período con hábitos saludables, comiendo con baja ingesta de sal y azúcares, evitando los alimentos enlatados o ahumados, consumiendo alimentos frescos ricos en verduras, frutas y proteínas, preferiblemente de carnes blancas; ejercitarnos a diario, dormir las ocho horas y reír varias veces al día.
En este ciclo de la vida podemos reencontrarnos con nuestra pareja en una relación más plena, muy positiva en esta edad. Así, nos ayuda a que los cambios asociados al proceso de envejecimiento sean menos molestos, a mantenernos saludables y emocionalmente estables y felices.
POR: JENNiFER ARGÜELLO VARGAS [email protected]