Más allá de la apariencia que tenga cada una, debemos tener muy claro que su estado óptimo desempeña un papel muy importante para que sean bien asimiladas por el organismo y de este modo se lleve de manera adecuada el proceso de digestión y absorción de nutrientes. Te vamos a compartir algunos trucos fáciles para que las conserves frescas y puedas aprovecharlas por más tiempo. Las frutas hacen parte de aquellos alimentos que deberían estar presentes en nuestra alimentación diaria, ya que son una fuente de vitaminas, minerales y otros importantes nutrientes que apoyan el funcionamiento de todo el organismo.
A la hora de elegir las que queremos incorporar en la dieta las encontramos de muchos colores, sabores y variedades que atienden los diferentes gustos y requerimientos nutricionales.
1. Almacenamiento No todas las frutas se pueden almacenar bajo las mismas condiciones y casi siempre es de eso de lo que depende gran parte de su conservación. Un lugar ventilado y fresco crea un ambiente idóneo para conservar casi todas las variedades.
Por un lado, la ventilación ayuda a evitar la acumulación de etileno, uno de los detonantes para la descomposición de las frutas.
Por el otro, la frescura ayuda a conservar el buen estado de las mismas, ya que tanto el calor como la humedad pueden dañarlas más rápido.
2. Recipiente de mimbre Los recipientes de mimbre están compuestos por fibras naturales que permiten una transpiración adecuada de estos alimentos.
Para almacenarlas allí primero se deben sacar de las bolsas plásticas u otros envases, que suelen expulsar humedad acelerando su descomposición mediante el desarrollo de moho.
3. Nevera Si la idea es evitar que las frutas se maduren pronto, lo mejor es hacerles un espacio en el refrigerador.
No obstante, hay que tener en cuenta que eso implica humedad y bajas temperaturas que a la larga pueden alterar el sabor y textura de algunas.
4. Bolsas transparentes Si decides conservar tus frutas en algún lugar de la nevera, una buena idea para alargar su vida útil y evitar su descomposición es guardando cada variedad en bolsas transparentes con pequeños agujeros.
Este material impedirá que se mezclen entre sí, y sus agujeros evitarán la aparición de moho u otros hongos que aceleran su daño.
5. Revisión Cuando una de las frutas se descompone o se estropea hace que las demás también empiecen a dañarse antes de tiempo.
Por tal razón es muy importante revisarlas con frecuencia y sacar aquellas que están demasiado maduras o a punto de dañarse.
6. Congelación Este truco va dirigido para todos aquellos que suelen aprovechar las temporadas de cosecha. Si has comprado mucha fruta para aprovechar los precios bajos, tritúrala y guárdala en el congelador.
Las bajas temperaturas alteran en cierta medida el sabor y los nutrientes que contienen, pero son la mejor manera de conservarlas durante semanas para elaborar batidos, pasteles, mermeladas y otras recetas interesantes.
7. Tapones de silicona Son unas tapas adaptables para las frutas cortadas que las ayudan a mantenerse tan frescas como si estuviesen enteras.
En muchos mercados ya se están distribuyendo y han ganado mucha popularidad por representar una manera más ecológica de conservación al ser lavable y reutilizable.
8. Lavado Muchas personas tienen la mala costumbre de lavar sus frutas antes de almacenarlas para su posterior consumo, creyendo que de esta forma será más seguro comerlas después.
El problema es que la humedad acelera la descomposición y por eso es mejor evitarlo. Lo que sí se puede hacer es lavarlas justo antes de comerlas para mayor seguridad.
9. Film plástico Este artículo resulta muy práctico para alargar la vida útil de los alimentos y evitar problemas como la contaminación cruzada.
Si te quedaron trozos de fruta y no quieres consumirlos al instante, puedes cubrirlos con un trozo de este plástico antes de llevarlas al refrigerador.
No obstante, debes saber que es una alternativa no muy amable con el medio ambiente, ya que implica gastar plástico no reutilizable.
10. Comprar la cantidad justa Por último y no menos importante, cabe destacar que lo mejor siempre será comprar la fruta en su justa medida.
Algunas veces es bueno aprovechar las promociones que hay en el sitio de venta, pero si no se le ha de dar un uso rápido de nada servirá invertir en ellas.
Al adquirir solo la cantidad necesaria para la semana hay mayor garantía de su frescura, sabor y propiedades.
Fuente: Mejor con salud
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