Durante muchos años, cuidarse y preocuparse por la salud parecía una tarea propia solo de las mujeres. Afortunadamente, en estos últimos tiempos parece que ha ido surgiendo cierta conciencia respecto a la atención del cuerpo en el caso del sexo masculino. A pesar de esta tendencia, hay todavía mucho margen de mejora, ya que las grandes preocupaciones pasan por la barriguita cervecera o un cuidado más estético.
Dolor en el dedo gordo
Los dolores en los pies pueden ser de diversa naturaleza y debido a infinitos motivos, pero si la molestia se focaliza en el dedo gordo debemos prestar especial atención. Este es el principal síntoma de que estamos sufriendo la gota, problema de salud en el que nuestro cuerpo almacena demasiado ácido úrico en las diferentes articulaciones, lo que dificulta enormemente cualquier tipo de movimientos y es especialmente dolorosa. La gota afecta en mayor medida al sexo masculino que al femenino y es más común entre personas que padecen problemas de sobrepeso. Lo más recomendable es que en el momento en el que se note una hinchazón o dolor en el dedo gordo del pie acudamos lo más rápido posible a la consulta médica.
Bultos en los testículos
Los testículos, como órganos sexuales, son zonas a las que debemos prestar especial atención, debido a su gran sensibilidad. De vez en cuando, y de manera periódica, es recomendable examinar la zona escrotal para detectar si hay algún cambio sustancial. En el caso de que encontremos alguna zona inflamada o dolorida (sin motivo aparente) conviene tener mucho cuidado, porque podemos haber sufrido una torsión testicular. También este es un síntoma de cáncer testicular, aunque lo más habitual es que tan solo se trate de hinchazones no cancerosas a las que no debemos prestar más atención, pero eso no nos exime de mantener la vigilancia.
A diferencia de las mujeres con el cáncer de mama, los hombres no suelen examinar este tipo de bultos y la mejor forma de solventar los problemas de salud pasa por la prevención, no solo con la zona testicular, también con los pechos, puesto que los varones también pueden padecer cáncer de mama, aunque en menor proporción que las mujeres.
Sangre en la orina
Evidentemente, este es un problema muy visual y, aparentemente, de muy fácil reconocimiento. La aparición de un tono rojizo en nuestra orina suele ser sinónimo de peligro para la uretra, próstata, vejiga o riñones. Desde una infección hasta cáncer. Siempre y cuando esto aparezca debemos ir de inmediato al médico, incluso si no sufrimos ningún dolor, puesto que, por ejemplo, en los casos de cáncer es habitual que esa dolencia en la micción no aparezca hasta fases de desarrollo más avanzadas, aunque haya molestias en la zona abdominal o lumbar, que no relacionemos con la orina manchada de sangre.
Necesidad de ir al baño por la noche
Muchas personas se despiertan en mitad de la noche porque sienten ganas de miccionar. Esto no tiene por qué significar nada malo, pero si durante una época estos viajes al baño se repiten con mayor asiduidad, quizá haya llegado el momento de preguntarse el motivo. Tal y como aparece en el anterior epígrafe, conviene tener muy controlada nuestra orina, porque ésta da muchas pistas sobre el funcionamiento de varios órganos importantes para nuestro organismo. Cuando tenemos necesidad de ir al baño con mayor frecuencia, lo más normal es que estemos padeciendo los tan comunes problemas de próstata. Sin embargo, también este es un síntoma muy habitual de algo peor, de cáncer de próstata. Su aumento de tamaño puede ejercer presión sobre la uretra y, por tanto, debilitar o dificultar el flujo y la expulsión de la orina al exterior del cuerpo. Como siempre, ante la duda, lo mejor será acudir al médico para que estudie el caso.
Falta de olfato
Generalmente la pérdida de olfato y de gusto están relacionadas con resfriados, pero si no hay ningún síntoma más es muy posible que estemos padeciendo otro problema. El debilitamiento de este sentido puede significar hipogonadismo, que no es otra cosa que, la falta de segregación de hormonas, lo que va de la mano de la impotencia. Existen otros síntomas más claros y llamativos, como los cambios de humor o la pérdida de interés sexual, pero conviene estar pendiente del olfato, porque es un sentido que al no ser visible, solemos prestarle menos atención de la debida.
Disfunción eréctil
Este suele ser un problema al que los hombre prestan mucha atención por razones obvias. Sin embargo, no siempre tiene por qué ser un problema sexual. En ocasiones puede estar relacionado con una insuficiencia algo más arriba, en nuestro motor, en el corazón. Durante la excitación sexual, los tejidos del pene se llenan de sangre para alcanzar y mantener la erección, por lo que el corazón es una importante parte activa del proceso sexual en el hombre. Si al miembro viril le cuesta alcanzar su máximo tamaño durante la erección es posible que el corazón, las venas o arterias, como conductos de la sangre, padezcan algún tipo de problema. Y con el corazón y la circulación nunca hay que jugar, puesto que es el sistema encargado de que nuestro cuerpo pueda funcionar en todo momento.
Fuente: Informe21