Los fumadores que dejan el hábito engordarán en el tiempo, pero un estudio sugiere que los que más fuman son los que más peso aumentarán al abandonar el hábito.
Los autores afirman que el peso inicial anticipa cuántos kilos engordarán. En el estudio, al abandonar el cigarrillo, los que menos engordaron fueron los que fumaban poco y los que no eran obesos.
“La nicotina es un estimulante metabólico (acelera el metabolismo) y un supresor del apetito (reduce la sensación de hambre)”, explicó la autora principal, Susan Veldheer, de la Facultad de Medicina de Penn State, en Hershey, Pensilvania.
“De modo que cuando una persona deja de fumar, tiende a comer más porque aumenta su apetito y pierde el refuerzo metabólico del tabaquismo, dos factores que inducen el aumento de peso”, agregó.
Claramente, según opinó, el estudio demuestra que a mayor consumo de nicotina, mayor efecto en el metabolismo y el apetito. “Esto, a la vez, potencia el aumento de peso al dejar de fumar”, explicó.
Su equipo analizó los datos anuales de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del período 2003-2012 en la que participaron mayores de 36 años: 7.914 de los 12.204 participantes nunca habían fumado, mientras que 3.105 seguían fumando y 1.185 habían dejado de fumar entre uno y 10 años antes.
El 44 por ciento de los ex fumadores consumía entre uno y 14 cigarrillos diarios antes de abandonar la adicción, mientras que el 23 por ciento fumaba 25 o más cigarrillos por día. Lo mismo sucedía en los fumadores.
Los participantes engordaron, en promedio, unos 4,5 kilogramos (kg) en una década: 3,5 kg los fumadores y 8,4 kg los ex fumadores, según publica el equipo en International Journal of Obesity.
Los autores calcularon qué proporción del peso ganado se podría atribuir a la cesación y la más alta se registró en los participantes que más habían fumado y los que más pesaban antes de dejar de fumar.
En los que habían fumado más de 14 cigarrillos diarios sólo se podían atribuir directamente a la cesación unos 2 kg de más, comparado con 10,3 kg en los que habían superado los 25 cigarrillos diarios.
Los fumadores que eran obesos al inicio del estudio engordaron unos 7,1 kg directamente por dejar de fumar, mientras que los que tenían un peso normal engordaron unos 4,4 kg. Veldheer comentó que un tercio de los fumadores dice que no deja de fumar por temor a engordar y consideró que fumar no es una forma adecuada de controlar el peso.
“Nuestro estudio permite identificar a los fumadores que más engordarán cuando dejen de fumar, de modo que podrían prepararse con expectativas reales”, indicó Veldheer.
Fuente: Reuters / MG