Las razones a la hora de elegir practicar aeróbic pueden ser de lo más variadas: porque se quiere perder peso , tonificar alguna zona del cuerpo, mantener el peso ideal (si ya tenemos el que deseamos), por recomendación médica o por pura diversión.
Según la doctora Montse Folch (directora de Nutrición de Institut Vila-Rovira, tel. 933 93 31 47), desde un punto de vista general, la mayoría de la gente lo hace para adelgazar o mantener peso, por lo que hay que tener en cuenta unas ciertas pautas alimenticias tanto para conseguir el objetivo como para no perder la energía necesaria.
«El aeróbic resulta un deporte donde se necesitan rutinas adecuadas de ejercicios para conseguir que el organismo gaste más energía de la que consume, lo cual obligará a que se movilicen las reservas de grasa, que serán empleadas como combustible principal; en consecuencia, conseguiremos adelgazar. Influye exponencialmente no sólo el tipo de ejercicios que se hagan, sino también, la intensidad, la frecuencia, la duración, etc.; y otros factores propios del individuo, como la genética, el sexo, la edad… Hacer una dieta de adelgazamiento sin hacer ejercicio físico no es suficiente para perder grasa. Lo ideal es combinarlo (dieta + ejercicio)», reflexiona la doctora Folch, que sugiere, a continuación, qué hay que hacer, a nivel alimentación, antes, durante y después de las sesiones entrenamiento .
ANTES DEL EJERCICIO AERÓBICO Evitar el ayuno Dependiendo de la duración del ejercicio, se necesitará incorporar alguna porción más generosa de hidratos : cereales integrales, copos de avena, muesli, pan, galletas dietéticas, tortitas (arroz, quinoa, maíz), fruta (en pieza entera, en zumo, en brocheta) para disponer de suficiente energía (en forma de glucosa) para aguantar el ejercicio que se realizará posteriormente. Ejemplos : Café con leche desnatada y bocadillo (pequeño) de pan integral con jamón de pavo. Yogur desnatado con copos de avena y zumo de naranja. Té con leche vegetal y tortitas de arroz con queso fresco y mermelada de frutas ligera. DURANTE EL EJERCICIO Lo fundamental es la hidratación . Hay que hidratarse con: agua, agua con limón, bebidas isotónicas, etc. Si el ejercicio dura más de 60 minutos, se deberían consumir carbohidratos (pan, pasta, galletas, barrita, arroz) o alguna fruta (manzana, plátanos, etc), para evitar la fatiga.
DESPUÉS DEL ENTRENAMIENTO Se deben reponer las reservas energéticas durante la hora siguiente al entrenamiento, por ejemplo consumir carbohidratos con verduras y algo de proteínas de fácil digestión . Conviene usar cocciones suaves (legumbres, pasta, arroz, carne blanca, pescado, huevo, lácteos desnatados, etc) y, de postre, fruta o un lácteo desnatado. Es importante reponer el líquido perdido (agua, infusiones,…). Ejemplos: Ensalada de arroz y pollo. Ensalada de pasta con atún. Crema de verduras y patata con conejo plancha. Espinacas salteadas con pasas y piñones, dorada a la sal.