¿Qué es un reloj ‘cronómetro’? Bloomberg Business presenta aquí una guía sobre estos lujosos y precisos relojes . Sepa cuál de ellos debe comprar.
El Bremont MBIII es parte de esta lista. Tweet Enviar El mundo de la relojería está lleno de términos que son difíciles de entender. ‘Cronómetro’ puede parecer una palabra difícil de pronunciar, pero es solo un vocablo elegante para describir un “reloj muy, muy preciso”.
La palabra ‘cronómetro’ se remonta a principios del siglo XVIII , cuando un relojero británico llamado Jeremy Thacker inventó un reloj de sellado al vacío. Sin la resistencia del aire, el reloj era extremadamente preciso; Thacker apodó su creación como ‘cronómetro’.
El nombre fue utilizado unas décadas después para describir cronómetros marinos -relojes suspendidos en cajas giroscópicas que ayudaban a las naves a atravesar los océanos del mundo. Hoy en día usted puede usar sus sucesores extremadamente precisos en su muñeca.
Como la mayoría de las cosas en la industria relojera suiza, el término “cronómetro” es protegido celosamente. Un reloj debe pasar por el Contrôle Officiel Suisse des Chronomètres ( COSC ) para que pueda llevar el término en su dial.
El COSC somete el movimiento de un reloj a una revisión de varios días, probándolo en cinco orientaciones diferentes y tres temperaturas distintas para medir su precisión en medio de condiciones variadas.
El resultado final debe ser una variación diaria de no más de -4 o +6 segundos por día para un movimiento mecánico. (También hay normas para relojes que funcionan con baterías, aunque muy pocas marcas los producen.) Solo el 3% de los relojes fabricados en Suiza pasan por el proceso de certificación del COSC ; algunos relojes igualmente precisos, no son sometidos a dicha prueba.
Una gran cantidad de factores pueden llevar a un reloj a pasar con éxito las duras pruebas de COSC (y también a fracasar), pero existen dos cualidades que deben estar presentes para que el trabajo de un relojero sea calificado como un ‘cronómetro’: buenos materiales y control de calidad. Mejores aleaciones metálicas y materiales como el silicio son menos susceptibles a expandirse y contraerse cuando cambia la temperatura. Tampoco se deterioran tan fácilmente por la fricción.
Si los relojes de lujo son su obsesión, Bloomberg Business presenta la siguiente lista de ‘cronómetros’ que podrían ser parte de su colección.
Le Locle de Tissot. No tiene que gastar una pequeña fortuna para conseguir algo mecánicamente fiable. Tissot fabrica unos cronómetros con precios de tres cifras, pero deberá pagar un poco más si aspira conseguir el Le Locle. Este reloj tiene un movimiento automático preparado que ganó un concurso nacional de cronómetros cuando fue lanzado por primera vez en el 2012, superando a relojes que cuestan diez veces más. Su precio es US$ 1,295.
Trainmaster Standard Time de Ball. Así como los cronómetros marinos impulsaron las exploraciones por barco, los relojes precisos de bolsillo han permitido estandarizar el tiempo en todo el sistema ferroviario de Estados Unidos. Ball fue una marca pionera en estos relojes de bolsillo en 1800 y aún fabrica relojes de pulsera en el estilo original. El Trainmaster Standard Time tiene una esfera de esmalte y marcadores luminosos brillantes que en realidad son tubos diminutos, llenos de gas para un máximo brillo. Su precio es US$ 7,699.
MBIII de Bremont. La marca británica podría no estar sujeta a las normas suizas de cronómetros (y la mayoría de sus relojes tampoco lleva la palabra ‘cronómetro’ en el dial), pero casi todos los relojes en su gama tienen certificación del COSC . El MBIII es una evolución del reloj emblema de Bremont, inspirado en un famoso asiento eyectable de avión de combate. Incluye una segunda manecilla de zona horaria, sin dejar de ser fácil de leer y casi indestructible. ¿Precio? US$ 6,395.
Globemaster de Omega. Omega está subiendo la apuesta con el Globemaster, presentando un grado aún más estricto de certificación, el ‘Cronómetro Maestro’. Este reloj no solo pasa por las pruebas habituales de temperatura y movimiento, también es probado en fuertes campos magnéticos, algo que es cada vez más práctico porque todo, desde su teléfono celular a su refrigerador, contiene imanes estos días. Qué manera de opacar al resto, Omega. Lo puede comprar desde US$ 7,700.