Tanto si lleváis saliendo media vida como si solo tienes pareja desde hace un mes, seguro que ya has tenido más de uno de estos momentazos embarazosos
1. Que tu madre venga con un plato enorme de muffins mientras estás teniendo sexo
Si vivías en casa de tus padres en la época de la uni o incluso si te independizaste y luego, por cosas de la vida, tuviste que volver al nido, seguro que te han pillado practicando sexo. Te pensabas que era tu cuarto y andabas a lo tuyo hasta que tu madre irrumpió así, sin venir a cuento, con un plato gigante de muffins recién hechos. O bien tu padre no tuvo otro momento para decirte que había comprado billetes de avión para toda la familia, que cuando tu chico te estaba haciendo sexo oral…
2. Meter la pata en la cena en la que conoces a tus suegros Suponiendo que la primera vez que conociste a tus suegros no fue mientras practicabas sexo con su hijo (eso ya sería la hecatombe). Dejando de lado esto, ¿quién no quiere causar la mejor de las impresiones? Tal vez te pusiste tan nerviosa que rompiste un jarrón super valioso. O la liaste cuando criticaste a ese partido político que tanto odias y ellos adoran. Vamos que o a tus suegros les entra una crisis de amnesia o no se van a olvidar de ti jamás (en el mal sentido, claro).
3. Que se te escape un eructo Los seres humanos estamos cargaditos de gases, secreciones y malos olores, pero nos gusta fingir que nosotras no los tenemos. Es horrible que se te escape un eructo o que tengas que usar su baño para, ejem, asuntos mayores. ¿Se te escapó una flatulencia cuando estabas conociendo a tus suegros?OMG! Seguro que hiciste como si no hubiera pasado nada y deseaste que nadie lo hubiera oído.
4. Dejar el teléfono descolgado sin darte cuenta y que tu chico te oiga A ver, todo el mundo es un poco raro cuando está solo. Y si te despediste antes de coger el coche y te olvidaste colgar, tu chico te habrá oído hablando contigo misma con voz de robot, recreando conversaciones que te gustaría tener y cantando a pleno pulmón. Luego te darás cuenta horrorizada de que dejaste el móvil descolgado y que el ruido que estás oyendo no es el motor del coche sino la risa incontrolada de tu novio.
5. Obsesionarse con los mensajes de texto Cuando estás empezando a salir con alguien probablemente tengas cortocircuitos cerebrales. Eso incluye pensar, de repente, que si no le escribes 9 veces al día, quizá él vaya a quedar con otra. O le llamas novio en la segunda cita. Ocurre continuamente así que, si de verdad le gustas, lo pasará por alto.
6. Que te vea recién levantada Durante los primeros meses de relación no harás más que preocuparte por tu aspecto. Quizá vayas de puntillas al cuarto de baño para lavarte los dientes, cepillarte el pelo o echarte antiojeras. Además de que solo lucirás pijamas sexys. Y entonces un día… ¡te olvidas! Y te ves llevando una camiseta XXL que necesita un lavado, con pelos de loca y con la máscara de pestañas corrida. Así es la vida real.
7. Tropezar con un vídeo porno Estabas buscando algo en el ordenador que compartís y, de pronto, ves algo raro/sospechoso. Lo abres y… ¡sorpresa! Es porno y de bastante mal gusto. No volverás a mirar a tu pareja de la misma manera. Y sí, lo volverá a hacer, aunque te dijo que no se masturbaría más viendo porno.
8. La primera vez que accidentalmente tuviste sexo con la regla Sí, el sexo con la regla no tiene por qué estar mal, siempre que se tenga una actitud adulta al respecto y ambos lo deseéis. El problema es si no lo viste venir y al acabar, os encontrasteis con todas las sábanas empapadas de sangre. Lo superarás.
9. Cuando le pillaste masturbándose en la ducha Eso te pasa por no tocar antes de entrar.
10. Cuando estabas tan bebida que le hablaste hasta de nietos Estamos refiriéndonos a cuando lo hiciste el primer mes que estabais saliendo.
Vía: Cosmopolitan.com