Ana Isabel Laguna || [email protected]
El corazón no puede bombear suficiente sangre ni con suficiente fuerza para cumplir con las demandas metabólicas de todo el cuerpo. Es el cuadro de una insuficiencia cardiaca, patología causante importante de mortalidad de la población. Genera también gran impacto en la salud pública, por ser una condición debilitante que afecta a alrededor de 26 millones de personas en todo el mundo, según cifras del Colegio Americano de Cardiología.
Para compensar esta condición irregular, el corazón realiza dos funciones que le ayudan a continuar con su actividad normal. Una de ellas es mediante la hipertrofia, genera un aumento en el grosor de las fibras musculares para poder ejercer mayor fuerza de contracción; también ocurre el remodelado, que provoca cambios en la arquitectura del tejido para adaptarse a las alteraciones de las fuerzas del ventrículo, señala el cardiólogo, Carlos Ponte.
Entre las consecuencias de no tratar oportunamente dicha cardiopatía, está: la pérdida de la capacidad funcional o resistencia para hacer ejercicio, ya que la persona se cansa más fácilmente al hacer esfuerzos físicos; dificultad para respirar; retención de líquidos e hinchazón en las piernas, aumento de peso, náuseas y vómitos. «El efecto más grave es la disminución de la expectativa de vida. El paciente con insuficiencia cardíaca tiene un riesgo muy alto de morir por causadas cardíacas, de hasta 50% en los cinco años siguientes al diagnóstico», acotó.
Control absoluto
Para tratar y controlar la insuficiencia cardíaca el doctor Ponte recomienda: limitar la cantidad de sal que se consume, permanecer activo, mantenerse en el peso adecuado, disminuir los niveles de colesterol, descansar lo suficiente, evitar totalmente el tabaquismo y disminuir el consumo de bebidas alcohólicas.
«Si ya tiene la condición es indispensable el control de la tensión arterial, los lípidos, el azúcar, realizar ejercicio supervisado, controlar la ingesta de sal y tomar disciplinadamente los fármacos indicados por su médico con el objetivo de estabilizar el desbalance neurohormonal. Medicamentos como los inhibidores de la enzima conversoras de angiotensina, bloqueadores de la angiotensina, bloqueadores adrenérgicos beta, diuréticos y recientemente inhibidores de la neprilisina son indispensables para mejorar síntomas y reducir mortalidad de estos pacientes», enfatizó el cardiólogo.
La insuficiencia cardíaca se caracteriza por episodios agudos (insuficiencia cardíaca aguda, ICA), donde los síntomas empeoran rápidamente obligando a la hospitalización. La ICA a menudo desencadena un ciclo de hospitalizaciones repetidas, cuando esto sucede el pronóstico de los pacientes no es alentador. «En Venezuela, así como en el resto del mundo, a partir de los 50 años, aumenta la incidencia a la enfermedad tanto en hombres como en mujeres», acotó Ponte.
La retención de líquido puede ser un signo de que la insuficiencia cardíaca podría estar empeorando, por ello es importante que se conozca la patología y se tome conciencia sobre la importancia de mantener buenos hábitos en la vida como hacer ejercicio, comer sano, dejar de fumar y consultar al médico periódicamente.(AIL)