Luego del año de edad, los niños pueden ir descubriendo nuevos alimentos, sabores y olores como el caso del pescado, que les aportará grasas sanas, como los Omega 3, minerales y otros micronutrientes excelentes para el crecimiento. Este alimento, frecuentemente es poco tomado en cuenta en la dieta de los niños de las ciudades, sobre todo aquellas alejadas de las costas, lo que ocasiona su exclusión posterior en la mesa del adulto. Por todo esto, una buena idea es acercar a los más pequeños a su consumo, construyendo así sanos hábitos dietéticos que redundarán en su salud cardiovascular. Popularmente se dice que a los más pequeños no les gusta el pescado, pero si se realizan platos atractivos para ellos regularmente, de seguro se logrará cambiar esta perspectiva. La premisa es garantizar la frescura de la materia prima antes de darla a los niños, en condiciones de estricta higiene, refrigeración, etc. Igualmente, consulte con su pediatra si el pequeño ya puede empezar a incorporar este alimento a la dieta y respete la gradualidad de la nueva ingesta, introduciendo solo un nuevo alimento a la vez. Si tiene antecedentes de alergias alimenticias, de nuevo consulte al pediatra antes de darle pescado. ¿Qué se puede preparar? Los pescados de sabor suave como la merluza o la corvina, son excelentes para los más niños y se pueden cocinar de múltiples formas para hacerlos atractivos, además tienen pocas espinas y se consiguen relativamente fácil en forma de filetes. Los palitos de cangrejo suelen también gustarles, aunque a la mano están también preparaciones con atún o sardinas (frescos o enlatados). Puede hacer nuggets, croquetas, hamburguesas con pescado cocido desmenuzado, a los que podrá agregar pan rallado o un poco de papas cocidas al vapor, por ejemplo y huevo para compactar, además de otros ingredientes como cebolla rallada, perejil picadito u orégano. Si quiere preparar sardinas frescas, para disminuir su olor y fuerte sabor, un secreto de expertos es remojarlas en leche luego de haberlas limpiado y antes de freírlas o cocinarlas a la plancha. En el portal www.guiainfantil.com, se ofrecen varias recetas, muy sencillas de realizar en casa, incluso con los niños, como unas hamburguesas de sardinas, espirales de atún (que constituye también una buena opción como pasapalo o merienda) y unas empanadas de atún y maíz, hechas con los discos de masa de harina de trigo que vende casi cualquier supermercado en el país. Para las hamburguesas, requerirá una lata de sardinas, 1/2 taza de pan rallado, una cucharada de perejil picado, una cucharadita de ajo picado, 1/2 cebolla pequeña rallada, un huevo, un tomate picado, aceite, sal y pimienta al gusto. Se elimina el exceso de aceite a las sardinas, así como el espinazo y se desmenuzan. Agregar el huevo, la sal y la pimienta, y triturar todo con un tenedor, para que se mezcle muy bien. Añadir el pan rallado y amasar con las manos hasta que la mezcla se quede como una masa compacta y que permita moldearla. Se puede agregar más pan rallado para conseguir la consistencia deseada, colocar aceite en una sartén y dorar por ambos lados. Servir con un pan, como una hamburguesa tradicional o con arroz y una ensalada. Para los espirales, «un plato crujiente y rico», indican, se requiere una plancha de hojaldre (casero o preparado), dos latas de atún (también se puede preparar con atún fresco, cocinado y desmenuzado, unos 200 gramos), 100 gramos de queso rallado, aceite y un huevo. Se escurre bien el atún y se desmenuza. Se extiende el hojaldre sobre una superficie lisa, espolvorear e queso por toda la superficie y encima echar el atún. Añadir un chorrito de aceite. Enrollar el hojaldre hasta hacer un cilindro. Cortar con un cuchillo bien afilado rodajas de unos 2 o 3 cm. de diámetro, y colocar sobre una bandeja con papel de hornear. Pincelar con un poco de huevo batido para que estén brillantes. Precalentar el horno a 200 C. Hornear las espirales durante unos 20 minutos, hasta que estén doradas, sacar y servir calentitas. Las empanadas de atún y maíz al horno son aún más sencillas, pues para ellas también requerirá una lata mediana de atún, 100 ml de pasta de tomate, una lata de maíz dulce en granos, 1/2 cebolla, dos huevos, aceitunas y 12 discos de masa fácil. Se prepara el relleno, para lo cual se pica la cebolla y se sofríe, se añade la pasta de tomate y el maíz dulce, el atún y las aceitunas picadas. Se sancocha uno de los huevos, se pica y se agrega a la mezcla anterior. Con esta mezcla se rellenan los discos de harina de trigo, se doblan para formar una media luna, se barnizan con el otro huevo y se llevan a un horno precalentado a 200 grados, hasta que se doren. Si los niños ya están en edad escolar, una buena idea para ganarlos a consumir este alimento es que se incorporen a la cocina y los adultos los ayuden a preparar sus propias recetas. No escatime la imaginación y la belleza, pues para un niño es importante el aspecto visual: no es lo mismo ofrecerle una rueda de pescado sin más o incluso el pescado entero, con cabeza y otras partes, que prepararles un empanizado decorado con petit pois y tiritas de pimentón para hacerle la cara y los ojos (que ellos mismos pueden ponerle). En esas edades, el adagio popular que «la comida entra por los ojos», es más que cierto.