Un estudio británico, realizado en el University College de Londres y publicado en la revista European Journal of Social Psychology , sugiere que hacen falta 66 días para que se logre un hábito saludable y pueda mantenerse durante años.
Entonces, ¿por qué no intentar practicar esta lista de cuatro hábitos para el bienestar del organismo?
Disminuir el consumo de sal en las comidas
A pesar de que la falta total de sodio en el cuerpo es perjudicial, está comprobado que no se necesita añadir sal a las comidas, ya que los alimentos ya contienen suficientes cantidades de sodio y cloro para satisfacer las necesidades del ser humano.
En tanto, existen dos situaciones que pueden ser dañinas para el organismo, debido a su consumo: se hace más frecuente la hipertensión arterial y la retención de líquidos.
Tomar un vaso de agua tibia al levantarse
Es importante destacar que al pasar toda una noche sin probar bocado, mientras se duerme, el cuerpo necesita que se active, y una de las formas más efectivas y saludables, es consumir un vaso de agua tibia en ayunas para activar el metabolismo y prepararlo para el resto del día.
De igual forma, especialistas de la salud recomiendan activar el metabolismo cuanto antes para que este empiece a quemar calorías, además de la hidratación que el agua aporta.
Disminuir o eliminar el consumo de lácteos
La lactasa es una enzima producida por el intestino delgado y su acción es imprescindible en el proceso de conversión de lactosa.
Ahora bien, diversos estudios han demostrado que esta enzima desaparece alrededor de los tres años de edad en la mayoría de las personas.
Esto quiere decir, que después que la lactasa ya no esté presente, al momento de ingerir leche, el organismo realiza un sin número de esfuerzos para poder digerirla.
Sin embargo, no lo hace por completo y puede llegar a causar diabetes, esclerosis múltiple, infartos (debido a su gran cantidad de grasa, causa obstrucción en las arterias del corazón), mucosidad, hasta cataratas.
Ingerir una copa de vino tinto a diario
Muchos médicos aconsejan tomar una copa de vino diariamente, debido a sus buenas propiedades para la salud. Sin embargo, no es cualquier vino, es tinto, y su consumo siempre debe ser moderado y preferiblemente acompañarlo con el almuerzo o la cena.
Debido a su alto contenido de polifenoles (sustancia química que realiza acciones antioxidantes y antiinflamatorias), el vino protege el corazón, trata dolencias y trastornos tales como la diabetes, la demencia y la esteoporosis, además de tener efectos anticoagulantes y antitrombóticos.