El beso tiene tal relevancia que existe un ciencia que estudia las reacciones que produce en nuestro cuerpo, la cual se llama filematología.
La investigadora de la Universidad de Texas Sheril Kirshenbaum, es autora de The Science of Kissing: What Our Lips Are Telling Us (La ciencia del beso: lo que nos revelan nuestros labios), y en el texto aborda las reacciones químicas que ocasiona el beso y su relación con el amor y el deseo sexual.
Kirshenbaum sacó varias conclusiones luego de años entrevistando a psicólogos, antropólogos, endocrinólogos, expertos en neurociencia e historiadores, entre otros especialistas.
Y es que algunas investigaciones ya han dado cuenta delrol del beso. Por ejemplo, se dice que sobre todo las mujeres consideran que la calidad de los ósculos es un signo clave para la atracción y una relación potencial.
Sin embargo, también los malos besos pueden ser motivos de rompimiento, por eso es que algunos resaltan la importancia de tener buen aliento y dientes limpios. En cambio, juegan a favor si los labios que besamos son suaves y húmedos.
Lo que dice un beso
“Los besos románticos sirven como una prueba de fuego en la naturaleza. Ellos nos dicen mucho más sobre la otra persona que las palabras o las señales visuales, y es porque con el beso se logra una proximidad que permite participar a todos nuestros sentidos. Las mejillas se sonrojan, se acelera el pulso, la respiración puede volverse irregular y se dilatan las pupilas, lo que puede explicar por qué tantas personas cierran los ojos. Besar también promueve la hormona del amor, la oxitocina, que trabaja para mantener una conexión especial entre dos personas. Los besos pueden ayudar a mantener el amor en una relación a largo plazo. El beso también está asociado al incremento de la dopamina, responsable de la ansiedad y del deseo. Además se activa la serotonina, que provoca pensamientos obsesivos acerca de una pareja. Aunque con un mal beso se puede estimular la aparición de cortisol, más conocida como la hormona del estrés, lo que desanima a la pareja a seguir con la relación”, señala la investigadora de la Universidad de Texas Sheril Kirshenbaum, autora de The Science of Kissing: What Our Lips Are Telling Us.
Fuente: RPP