No es comer más, es comer mejor

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Es una duda repetida: empecé el gimnasio, ¿tengo que comer más? La respuesta es no. Si tu objetivo es bajar de peso y modelar tu cuerpo, no deberías comer más, ¡sino mejor! Para tener un mejor asesoramiento la nutricionista Anita Chezzi compartió algunas ideas. Es verdad que el ejercicio físico produce un gasto extra a nuestro cuerpo y modificaciones metabólicas, pero ese criterio de gastar más, comer más es erróneo. Aunque salgas hecho, tu rendimiento no será el mismo si te llenás de comida pesada y repleta de calorías vacías o si elegís alimentos nutritivos. Sí, gastaste energía de tus reservas de grasa y glucógeno, por lo que tenés que darle al cuerpo glucosa para reponer ese glucógeno, pero no en forma de snacks y golosinas, sino en frutas, verduras, cereales integrales y legumbres. También rompiste masa muscular al trabajarla, y deberías proveer a tu organismo proteínas para que la repare y mejore. Quesos, huevos y carnes son opciones ideales, aunque si sos vegetariano, también vale la quinoa, o combinar un cereal con una legumbre.

La ecuación es fácil. Si comés bien, tu cuerpo estará sano y fuerte. Tendrás menos grasa y más músculo, y el resultado será claro en tu estética. Si comés mal y entrenás es probable que adelgaces, pero tu masa muscular pagará el precio. Otro punto importante es cuánto se gasta cuando entrenás. El exceso de optimismo nos lleva a sobreestimar el gasto por actividad física, y a subestimar lo que comemos. Caminar puede gastar entre 120 y 180 calorías por hora; una hora de pilates, unas 150, y una de running, entre 350 y 500. El spinning también ranquea alto, quemando unas 500 calorías por hora, en tanto una de fitness puede consumir unas 200. Todo esto es un promedio que puede variar según el sexo, la edad y la intensidad. Pero lo que no varía es que una sola medialuna tiene unas 250 calorías; un alfajor, 400, y un plato de ravioles con fileto, 390. Frustrante, ¿no?

Para evitarlo te dejo algunos tips clave.

  • La bebida por excelencia debe ser el agua. No hace falta tomar bebidas isotónicas a menos que entrenes más de dos horas seguidas.
  • Incorporá dos o tres porciones de lácteos descremados por día, claras de huevo, vegetales en abundancia y dos o tres frutas y misma cantidad de porciones de carbohidratos (mejor integrales). También una porción de queso magro y de 250 gramos de carne. No es una dieta estricta, son lineamientos generales. Porque como se dice y se repite, los abdominales, en verdad, ¡se hacen en la cocina!
  • El autor es personal trainer certificado por el National Council on Strength and Fitness y autor del libro Las excusas engordan

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