Correr incrementa la inteligencia

El Observador / A los beneficios físicos que aportan las actividades físicas continuas como correr, se incorpora el fortalecimiento de procesos cerebrales asociados a la memorización y aprendizaje de nuevos conocimientos. Esto se debe a que al hacer ejercicio, los músculos secretan una proteína llamada Catepsina B, que genera efectos positivos sobre las zonas del cerebro que se encargan de estas habilidades, indicando así que además de los estímulos mentales, los estímulos físicos también ayudan al desarrollo cognitivo.

Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos estableció que los músculos (la parte más afectada por el ejercicio) se contraen con la actividad física, lanzando a su vez diferentes sustancias, entre las que se cuenta la Catepsina.

Esas sustancias saltan al torrente sanguíneo y llegan al cerebro, generando los estímulos ya mencionados. La reacción ya se conocía, pero el estudio del instituto permitió conocer qué proteínas intervienen en el proceso.

La Catepsina tiene otras funciones, como aliviar el dolor de los músculos luego del ejercicio intenso, y hasta ahora no era asociada con el funcionamiento del cerebro.

El estudio se realizó con ratones, monos y humanos. Los roedores fueron utilizados para determinar qué proteinas relacionaban el trabajo físico con la actividad cerebral. Una vez localizadas, su presencia se estudió en los monos y en los humanos, detectando una elevada presencia en aquellos que realizaban ejercicio de forma frecuente.

Otro grupo de personas que participaron de la actividad fueron utilizadas para confirmar el incremento de la capacidad de aprendizaje luego de aumentar el ejercicio realizado, y por lo tanto, las cantidades de Catespsina B en el cuerpo.